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La indisposición de Leonor deja a medias la fiesta del "Pueblo ejemplar": "Volveremos a Cadavedo"

"Algo les sentó mal, todos hemos tenido alguna vez una gastroenteritis", explicó con naturalidad la Reina sobre la ausencia de Sofía y la marcha, después, de la Princesa

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EN IMÁGENES: La Familia Real visita Cadavedo para hacer entrega del premio al Pueblo Ejemplar Luisma Murias

La fiesta del "Pueblo ejemplar" quedó ayer a medias en Cadavedo por culpa de sendas gastroenteritis, que padecieron la princesa Leonor, que tuvo que ausentarse repentinamente del pueblo valdesano, y su hermana, la Infanta Sofía, que ni siquiera se desplazó hasta la rasa costera del Occidente. Había que improvisar sobre la marcha y la Reina tiró de su oficio periodístico para salir del paso y explicar a las decenas de vecinos que habían desafiado a la lluvia los motivos de la ausencia de la Princesa de Asturias, protagonista de la entrega del premio.

"En este escenario tenían que estar Leonor y Sofía y las echamos de menos un poquitín", comentó Letizia, pasadas las dos y media de la tarde en el arranque del acto de los discursos que, por las indisposiciones, empezó con hora y media de retraso, al filo de las dos y media de la tarde. Doña Letizia explicó los motivos de ambas ausencias con toda naturalidad, despejando toda clase de equívocos: "Sofía pasó mala noche y Leonor también se encontraba regular al levantarse, ha hecho un esfuerzo pero no ha podido ser. Yo creo que son esas gastroenteritis, que supongo que en 24 o 48 horas, se pasarán. Algo les sentó mal (...). Todos hemos tenido una gastroenteritis alguna vez, no pasa nada".

La noticia enfriaba una jornada ya húmeda, por la lluvia caída de manera intermitente, pero la Reina se encargó de infundir nuevos ánimos. "En este pueblo habría que repetir, tenemos que volver con ellas dos. Hay que volver a Cadavedo" , anunció Doña Letizia. Unas palabras recibidas con aplausos más que elocuentes de los vecinos que, paraguas en ristre, habían aguardado en el prao del campo de la iglesia. Y que el propio Rey corroboró minutos después, al iniciar el discurso que cerraba la entrega del premio: "Volveremos".

La Reina también fue la encargada de cubrir la ausencia de la Princesa de Asturias, que, pese a la indisposición, aguantó dos horas en el acto. "Ahora os voy a leer yo las palabras que ella había preparado para compartir con todos vosotros, con todos los vecinos, este día tan especial. Y, además, con lluvia, maravilloso", comentó Doña Leticia.

La alocución de la Princesa de Asturias empezaba con un deseo: "Me gustaría mucho poder venir a la romería de La Regalina, que habéis celebrado hace poco, para disfrutar con vosotros de los grupos de baile y las bandas de gaitas, de las verbenas, de la rapa y los bollos preñaos". Y proseguía con lo que "más me gusta de este lugar, que conserváis las tradiciones y hacéis lo posible para combinarlas con una economía sostenible".

Vídeo: Así fue la visita de la Familia Real a Cadavedo

Vídeo: Así fue la visita de la Familia Real a Cadavedo Amor Domínguez

Doña Leonor también destacaba uno de los logros que, a su juicio, presenta Cadavedo, en pleno declive demográfico. "Habéis logrado algo tan difícil en las zonas rurales como que la escuela siga muy viva y, cada vez, con más alumnos matriculados". E incluso lanzaba un guiño a los vecinos de esta parroquia valdesana: "No le faltaba razón al padre Galo cuando escribió ese verso en el que decía que si el príncipe de Asturias, princesa en este caso, venía por aquí, escogería este lugar para hacerse una quinta enfloriada". También se refería al "hórreo precioso", junto a la ermita de La Regalina, "símbolo de vuestra unión vecinal y que entre todos habéis salvado". Todas estas palabras dichas, sin que sirva de precedente, por la Reina Letizia.

Felipe VI también se refirió a la ausencia obligada de la Princesa de Asturias. "Ha tenido que marchar antes de este acto. Lo siento, de verdad. Hizo un gran esfuerzo por estar hoy (por ayer) aquí y ha aguantado hasta donde ha podido". El Rey subrayó el merecimiento de "Pueblo ejemplar" de Cadavedo por "vuestra voluntad de organizaros para llevar adelante iniciativas que han mejorado el paisaje, los recursos y el legado de vuestros antepasados (...). El futuro con esfuerzo y unión será aún mejor".

El guion que rodea la entrega del premio «Pueblo Ejemplar de Asturias» ya tuvo alteraciones desde antes de que comenzase el amplio programa previsto y cronometrado al detalle. Un minuto antes del mediodía, la hora prevista para la llegada de la comitiva real, surgía el primer revés. La Infanta Sofía tenía que quedarse en Oviedo, no se encontraba bien. 

La habitual puntualidad que suele acompañar los actos en los que están los Reyes quedaba hecha añicos para sorpresa de propios, el personal de la Casa Real y de la Fundación Princesa de Asturias, y de vecinos y curiosos que se habían desplazado hasta la parroquia valdesana con la intención de ver de cerca, la mayoría por primera vez, a la Familia Real. Y también para sorpresa de las autoridades, encabezadas por el presidente del Principado, Adrián Barbón; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, y el presidente de la Junta General del Principado, Marcelino Marcos Líndez. 

Los sones de las gaitas de la banda naviega «Reina del Truébano» anunciaban que quedaban atrás los más de cincuenta minutos de un retraso que, según trascendió horas después, tenía relación con una parada que la comitiva se vio obligada a improvisar en un restaurante de Ballota (Cudillero).

El paisaje de La Regalina impresiona a Don Felipe y Doña Letizia

El paisaje de La Regalina impresiona a Don Felipe y Doña Letizia Amor Domínguez

Había ganas de ver a la Princesa de Asturias y a los Reyes. Tantas que en una de las casas situadas al inicio del recorrido real, la de Ángeles Valles y Pedro Fernández, se habían dado cita para la ocasión hasta quince miembros de la familia, con sus nietos Olaya, Carla y Rodrigo en primera fila de balcón, e incluso unos parientes llegados de Zamora, de cerca de la Sierra de la Culebra. «Está todo muy bien organizado para que se vayan con un muy buen recuerdo», presumía la matriarca de la familia, Ángeles Valles, ataviada con el traje de asturiana: «Merece la pena para un día como este», recalcaba. Un grupo de amigas, llegadas desde Oviedo, tampoco escatimaba sonrisas y simpatía, pese a la sorprendente espera: «Nos encanta verles», aseguraban Pilar Menéndez, Conchi González, Chari Cuervo, Geni Souto, Rosario Marín y Puri Díaz, que hasta hicieron tiempo cantando un voluntarioso «Asturias, patria querida» en las inmediaciones de la iglesia de Cadavedo.

La Princesa de Asturias y los Reyes se prodigaron en dar saludos y estrechar la mano a cuantos salían a su paso, antes incluso de la primera parada para ver y escuchar «la jota de Cadavedo» del grupo de baile local de La Regalina. La comitiva regia se detuvo ante la casa Inesita, donde saludaron y charlaron con una familia de Villademoros, Alberto González y Almudena Fernández y sus hijas Sheila, Miriam y Alexia, un ejemplo del relevo generacional, ya que una de las niñas está matriculada en colegio rural agrupado (CRA) de Cadavedo. 

VÍDEO: Así fue el emotivo momento en el que una niña entrega a la Reina un dibujo para la Infanta Sofía en Cadavedo

VÍDEO: Así fue el emotivo momento en el que una niña entrega a la Reina un dibujo para la Infanta Sofía en Cadavedo Amor Domínguez

También pudieron oír en esta primera parte de la visita, antes de que la Princesa Leonor se viera obligada a marchar, al grupo de teatro El Óligo, que puso voz a poemas del padre Galo, una figura muy presente en toda la jornada. En ese momento, María Regla Rico entregó a la Familia Real un libro sobre la historia y tradición del Camino de Santiago en la zona.

Tampoco faltaron las anécdotas y comentarios distendidos, como el que le hizo el Rey Felipe a los miembros del grupo cicloturista «La Fusión», formado por Jorge Alonso y Juan Antonio Rodríguez, a quienes les reveló que también él hace BTT por la zona de El Pardo, próxima al palacio de la Zarzuela.  

María Ángeles Rubio Avello, una de las vecinas de más edad de Cadavedo, puso la chispa de la jornada después de que la Reina Letizia le preguntase cuántos años tenía. «Tengo más de ochenta y cuando se lo dije, se llevó las manos a la cabeza. Les comenté: ‘Cuidado que los asturianos duramos muchos años’. La verdad es que te sientes muy a gusto charlando con ellos, son muy cercanos», asegura Ángeles Rubio, también ataviada de asturiana, de la conversación con la Familia Real que compartió con su hijo, Germán Cantera y con su nieto, Diego.

Cadavedo se viste de gala para recibir la visita de los reyes y la princesa Leonor

Cadavedo se viste de gala para recibir la visita de los reyes y la princesa Leonor Agencia ATLAS | Luisma Murias

El punto de inflexión de la visita real a Cadavedo se produjo en la casa natal del Padre Galo, el oblato que rescató la fiesta de La Regalina en 1931. La Princesa, que a esas alturas ya había saludado a los cientos de personas que le ofrecían su mano, sin perder la sonrisa, estaba pálida y tuvo que ir al baño. Fue cuando se decidió que era mejor que interrumpiera su estancia en el pueblo valdesano, para ser llevada ya al aeropuerto de Asturias, en Santiago del Monte, donde se unió a su hermana para volar juntas en un avión que salió a las 15.15 de Asturias y aterrizó en la base de Torrejón sobre las cuatro de la tarde.

A esas horas, el pregonero de La Regalina, Xosé Manuel Fernández, ya había proclamado en faliecha, los versos de gratitud por el galardón, tan desenfadados como reivindicativos por las necesidades de la gente del campo y la mar, que se juntan en Cadavedo. Y puesto a pedir, hasta ofreció el espectacular balcón de pizarra y caliza que se adentra sobre el Cantábrico como escenario cuando «Leonor o Sofía tengan que dar el sí quiero». Una alusión que provocó risas instantáneas, también de los monarcas. El alcalde de Valdés, Óscar Pérez, puso el sello más institucional al señalar la distinción que concede la Fundación Princesa de Asturias como «el galardón más importante de este país para un pueblo», que atribuyó «al saber hacer durante generaciones de todo su tejido social, en especial de la Sociedad Popular La Regalina», entidad que formalizó la candidatura y que en la actualidad preside Ángel Valverde. Al empresario Francisco Rodríguez le correspondió dar lectura al acta del premio como presidente del jurado.

La imagen más esperada del «Pueblo Ejemplar» para Cadavedo era el baile de la danza prima en El Campu la Garita, donde la concurrencia ya sabía que no podrían ver a la princesa de Asturias. «¡Vaya pena!», lamentaba el grupo de ovetenses, encabezado por Conchi González, que cuatro horas después seguían la fiesta, desafiantes a la lluvia y al viento. No era el punto final. Los Reyes todavía reservaban una última parada, en la carpa habilitada junto a la iglesia parroquial, donde compartieron un almuerzo con los vecinos. No faltaron la empanada y los quesos, y el pueblo agradeció el compromiso de que volverán, con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. «Y si lo han dicho, seguro que cumplirán», confiaban los vecinos de Cadavedo.

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