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"¡Qué sencillos y campechanos son!": vecinos y visitantes de Cadavedo se rinden a la cercanía de la Familia Real

El Rey, la Reina y la Princesa Leonor no dejaron de estrechar manos en todo el recorrido: "Son de diez"

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EN IMÁGENES: La Familia Real visita Cadavedo para hacer entrega del premio al Pueblo Ejemplar Luisma Murias

"¡Qué sencillos y campechanos son!", decía ayer la gente en Cadavedo al paso de la Familia Real. Muchos de los congregados habían madrugado más de lo habitual para vivir un día histórico. El pueblo era ya un hervidero de gente a las ocho de la mañana, pese a que la meteorología no acompañara y la paciencia, por el retraso inusual de los actos, empezara a hacer mella entre el público. "Llueve, pero nada más", señaló con una sonrisa la vecina de Gijón Belén Rebollo, quien entusiasmada vio por primera vez en su vida a los Reyes y a la Princesa de Asturias: "Son guapísimos".

Javier Fernández conoció a Felipe VI, hoy Rey de España, cuando era Príncipe de Asturias. Fue en Navelgas en el año 2003. Y ayer tuvo la oportunidad de volver a sentir "algo especial" al tener a sus majestades cerca. "Da gusto", contó.

"¡Qué sencillos y campechanos son!"

Como él, muchos vecinos de Cadavedo aseguraron que la Familia Real es "más amable y normal de lo que parece en la tele". "Son campechanos, un amor", destacó Adela Suárez, de 81 años. Vestida con el traje tradicional, pudo dar "tres veces" la mano a los Reyes de España. "Ya le dije a Letizia que era preciosa", añadió.

En otro punto del pueblo, la familia capitaneada por Sabino Avello y Ana Balderrain también mostraba con orgullo las fotos que pudieron hacer de los Reyes, aunque no llegaron a darles la mano ni a hablar con ellos. Otros tuvieron mayor suerte. Fue el caso de Ana Menéndez: "Vi cómo la Reina Letizia se subió al muro para dar la mano; qué ágil y qué atenta".

"¡Qué sencillos y campechanos son!"

Letizia y sus madreñas

Y es que doña Letizia no dudó en acercarse cuanto pudo al público que esperaba en una de las zonas del itinerario más espaciosas, cerca de la iglesia. En una parte de este tramo, un pequeño muro casi impedía el pasamanos habitual. "Se subió sin problema, con mucha espontaneidad", recalcó Carmen López. Otro momento para el recuerdo lo guarda Juan Rodríguez, quien observó con sorpresa lo que dijo la Reina a una vecina del pueblo que llevaba madreñas para completar su atuendo tradicional: "Yo también las tengo, como buena asturiana", le espetó doña Letizia con una amplia sonrisa. "Son de diez", opinó Rodríguez.

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