Más de dos millones de escolares pueden comer cada día en 18 países castigados por la pobreza gracias a la organización benéfica internacional Mary´s Meals, distinguida ayer en Oviedo con el premio «Princesa de Asturias de la Concordia» por proporcionar alimentación con un modelo de gestión «imaginativo y eficaz» que además estimula su escolarización. El acta del jurado destacó la «ejemplar dedicación» de la entidad sin ánimo de lucro británica para «paliar algunos de los problemas más acuciantes del mundo»,
La buena nueva fue recibida con entusiasmo en la organización creada por el escocés Magnus MacFarlane-Barrow en 2002, y que ayer estaba exultante: «¡Esperamos con muchas ganas la ceremonia en Oviedo en octubre! Es una noticia maravillosa y estamos muy agradecidos».
MacFarlane-Barrow destacó que la concesión de este galardón servirá para llevar las «noticias» del trabajo de la organización a más personas y brindará «nuevas oportunidades de unión» en la lucha contra el hambre infantil. Inició el proyecto cuando era muy joven: «Recuerdo el impulso, el asombro y el movimiento continuo. Y la increíble respuesta de tantas personas que querían implicarse. Me recordaban continuamente la bondad innata de las personas, y creer en esa bondad es uno de los valores en los que se basa mi trabajo».
Un lamento: «En un mundo que produce alimentos suficientes para todos es un sinsentido que la gente siga sufriendo y muriendo de hambre o por causas relacionadas con el ella». Formar parte de Mary´s Meals, señaló, «está tan intrínsecamente ligado a mi propósito en la tierra que no puedo imaginar mi vida sin ello». Sus viajes para llevar ayuda humanitaria a Bosnia le enseñaron «muchas cosas. Aprendí que hay formas de ayudar en situaciones difíciles que pueden preservar la dignidad de las personas».
Y también aprendió que «la caridad no es solo cuestión de proyectos y de su eficacia o incluso del bien que uno hace: es cuestión de ser capaz de mirar a la gente a los ojos y verlos como hermanos y hermanas».
Benín, Ecuador, Etiopía, Haití, India, Kenia, Líbano, Liberia, Madagascar, Malaui, Myanmar, Níger, Sudán del Sur, Siria, Tailandia, Yemen, Zambia y Zimbabue son los países martirizados por la hambruna en los que trabaja la ONG con un sistema con un sistema que permite una reducción máxima de costes y que logra que con solo 21,63 euros al año se pueda alimentar a un niño cada día que asiste a la escuela. Comidas cocinadas y repartidas en su centro escolar por personal voluntario de la comunidad beneficiada».
El fundador, un influyente, según «Time», con grandes amigos y colaboradores como los actores Gerard Butler o Demi Moore
A. R.
Magnus MacFarlane-Barrow (Aberdeen, 1968) se inició en la solidaridad internacional cuando contaba 24 años y trabajaba como acuicultor, criando salmones en una explotación familiar. Había empezado la guerra de Bosnia (1992) y con su hermano se animaron mutuamente a poner en marcha un proyecto de recogida de ayuda humanitaria. Ellos mismos iban a conducir un camión llevando lo obtuvieran hasta los Balcanes. Así lo hicieron, pero a la vuelta, cuando Magnus pensaba que su colaboración había acabado, se encontró con que el cobertizo de su familia estaba atestado de envíos. Acabó haciendo más de una veintena de viajes a Bosnia. Ese emocionante inicio y los que siguieron -en Rumanía, en África y finalmente cuajó Mary’s Meals- los detalló MacFarlane-Barrow en su libro «El cobertizo que alimentó a un millón de niños» (Planeta 2017). Su relato suele ser tan inspirador que en dos décadas se le han multiplicado los colaboradores por todo el mundo.
MacFarlane-Barrow fue considerado hace años una de las 100 personas más influyentes según la revista «Time» y nombrado hace una década por la CNN como «Héroe del Mundo», por su trabajo contra la desnutrición infantil. A su causa ha sumado a personajes tan populares como el actor británico Gerard Butler o Demi Moore. Butler incluso tiene una escuela en Haití con su nombre. De la potencia de su historia da testimonio también la escritora María Vallejo-Nágera, que promovió la candidatura a los premios «Princesa» movida por una convicción sin límite. Escribió sin conocerles a Pedro Almodóvar, Emilio Butragueño, Javier Goyeneche, Paz Vega, Ona Carbonell... para que apoyaran su causa. «Y todos se sumaron», cuenta encantada Vallejo-Nágera, hija del psiquiatra y escritor nacido en Oviedo, Juan Antonio Vallejo-Nágera Botas. «Voy a tener oportunidad de conocer mejor Oviedo», dice la impulsora del premio.