"Es un premio que tengo que aprovechar y disfrutar para ver si puedo seguir subiendo". La carrera de Pablo Fernández Blanco (Candás, 17-9-96) se ha acelerado vertiginosamente en los últimos meses. Este delantero dio el salto del primer juvenil rojiblanco al filial en el tramo final de la temporada pasada. Disputó once encuentros a las órdenes de Tomás Hervás y firmó cuatro goles. Ayer fue citado por primera vez para entrenarse a las órdenes de Abelardo con el primer equipo del Sporting. Al término de la sesión recibió el premio de entrar en la primera convocatoria y esta tarde espera debutar en León. A la vista de su voracidad, el delantero parece decidido a aprovecharla. A la espera de la llegada de Sanabria, Abelardo busca gol en Mareo, donde siempre ha encontrado la solución a sus problemas.

El fútbol no se arrugó ni en el entrenamiento con los profesionales, ni posteriormente ante los medios de comunicación. "Es mi primer entrenamiento con el primer equipo y, aunque al principio me costó un poco porque tuve que adaptarme a compañeros nuevos, que no conozco, pero que me acogieron muy bien", detalla el prometedor delantero rojiblanco. Pablo Fernández no esconde que "me siento un poco cansado", tras la exigente sesión a la que Gerardo Ruiz sometió a los rojiblancos, pero se apura a puntualiza que "para el partido estoy a tope".

Pablo Fernández es un delantero de buen físico y que sabe cómo utilizarlo. Un perfil que venía demandando Abelardo. Esta temporada está llamado a ser un jugador importante en el segundo equipo rojiblanco. También se caracteriza por su facilidad para ver puerta. La noticia de que se ejercitaría con el primer equipo le llegó el lunes por la noche, cuando recibió una llamada de Tomás Hervás informándole de que había sido reclamado por Abelardo. "Es un premio que no me esperaba para nada. Esta semana no era la más indicada para mí, pero lo voy a aprovechar al cien por cien y a esperar otra", insiste el atacante que explica que "fue Tomás quien me dijo ayer de noche que iba a entrenarme con el primer equipo y fue una alegría muy grande".

Las diferencias son enormes para un chaval que hace unos meses jugaba en categoría juvenil. "El ritmo es mucho más alto", sostiene. Además, le tocó padecer una de las sesiones de fuerte exigencia física que se dan durante el verano. Sobre su irrupción en el filial, detalla que "tuve la suerte de que nada más subir empezamos a ganarlo casi todo y los goles fueron el fruto del trabajo del equipo". Habrá que estar muy pendiente de este jugador.