El Sporting ha sabido moverse con paso firme en el campo de minas que es para los rojiblancos el mercado de fichajes. A la dificultad de comprar sin dinero, de negociar cesiones a bajo coste, se suma la necesidad de convencer a la Liga para que valide las operaciones. Así han llegado a Mareo Omar Mascarell, cedido por el Real Madrid que asume la totalidad de la ficha del futbolista y con una opción de compra a favor de los rojiblancos, y Tonny Sanabria, cedido por el Roma sin opción de compra y al que el Sporting le abona los 130.000 euros del mínimo salarial. Nico Rodríguez sigue rastreando el mercado en busca de nuevas incorporaciones. La asignatura pendiente del director deportivo es la operación salida. No parece que nadie quiera irse del Sporting. El club ya ha comunicado a los representantes de Mandi, Julio, Adama y Dani Ndi la necesidad de buscar una salida a los futbolistas, todos ellos con contrato en vigor. Y todos, a lo que se ve, dispuestos a cumplirlo. Incluso Abelardo ha hablado ya con los futbolistas y les ha dejado claras sus nulas opciones de jugar.
La tesitura es tan complicada que, a día de hoy, el Sporting casi se daría por satisfecho con resolver la salida de Mandi. El futbolista tiene una ficha elevada, de la que el club necesita escapar con urgencia. Mandi no tiene ahora un representante y está abierto a quien le traiga una propuesta interesante. El deseo del futbolista sería el de encontrar un club de Primera División o un Segunda con aspiraciones. El principal obstáculo es que ningún equipo parece dispuesto a asumir la ficha del futbolista.
Mandi ya aceptó quedarse en Gijón la temporada pasada sabiendo que Abelardo no contaba con él. El Pitu le dejó fuera de las convocatorias incluso de la pretemporada, pero el jugador resistió y su momento acabó llegando. Mandi disputó diez partidos la temporada pasada favorecido por las lesiones de Álex Barrera, Nacho Cases y Rachid, que coincidieron en el tiempo. Sin embargo, Abelardo ya le ha advertido de que la historia no se repetirá esta temporada.
El centrocampista canario se ha convertido en un problema de calado para el Sporting. Lo mismo sucede con el camerunés Dani Ndi, que sigue sin presentarse a entrenarse con el filial, como le ha ordenado el club. El futbolista se ha declarado en rebeldía y el club ya ha trasladado la situación a la FIFA. Su representante, Olivier Noah, sigue tensando la cuerda en un intento por abaratar la salida del futbolista. El Sporting busca un traspaso o, en su caso, una cesión que pueda revalorizar al futbolista.
Otro caso complicado es el de Adama. El centrocampista de Mali se entrena con el filial, pero no parece dispuesto a dejar el club. Tiene contrato del primer equipo, con una salario por encima de los 200.000 euros, que el jugador insiste en cumplir. El más dispuesto a buscar una salida es Julio, que llegó a realizar una prueba en el Crystal Palace inglés.
