El largo verano rojiblanco ha provocado algunas fricciones. La relación entre el director deportivo, Nico Rodríguez, y el entrenador, Abelardo, ha pasado por distintas fases. La llegada del centrocampista Mascarell, cuando Abelardo había pedido refuerzos en las áreas, provocó un primera fricción. Apenas unos días antes, Nico Rodríguez había hecho aquella famosa frase de que "si el entrenador quiere una mesa, no voy a traer una lámpara". Ayer se vivió un nuevo episodio. Abelardo, molestó por la versión divulgada sobre las llegadas de los tres fichajes rojiblanco, quiso poner las cosas en su sitio. El detonante fue la petición de que valorase el trabajo de Nico Rodríguez en el mercado de fichajes. "Yo más bien diría el trabajo de Nico y el trabajo mío. Yo creo que es de los dos", ataja Abelardo antes de profundizar en su análisis: "Han venido tres futbolistas y hemos intervenido los dos. Yo diría que en el caso de Halilovic, bastante más yo".

El propio futbolista croata confesó en su presentación el papel que habían jugado los entrenadores de Sporting y Barcelona, Abelardo y Luis Enrique. El Pitu detalla que "fue el Barça quien me llama a mí. Me llamó Robert y yo hablé con él para decirle que el chico me interesa y hablé con el chico". La historia de Halilovic era conocida, pero el Pitu desvela también cómo se cocinó la llegada del delantero paraguayo Tonny Sanabria: "Viene también por una conversación con Luis Enrique, que me llama a mí, hablo con Eusebio y con Barberá, un técnico al que Sanabria había tenido de segundo entrenador en el filial, y nos dijeron que era muy bueno".

Abelardo no es hombre de colgarse medallas, pero sí le gusta que las cosas se cuenten como son. Por eso, argumenta que "creo que ha sido un trabajo en equipo, del que estamos satisfechos porque se han traído tres futbolistas muy buenos por el coste al que han venido. Pero Halilovic debutó en Primera División el otro día, Sanabria lleva dos años sin jugar nada y Mascarell estaba el año pasado en la Segunda División inglesa".