"Perdón". Ésta fue la palabra más utilizada por Dani Ndi durante la rueda de prensa convocada para anunciar su renovación hasta 2018. La misma que sirvió para que el jugador cumpliera con una de las exigencias de Abelardo si quería regresar al primer equipo: disculparse públicamente. "Lo primero que tengo que decir es pedir perdón a mis compañeros, a Abelardo, al club y, especialmente, a la afición. Me he equivocado y me he dañado a mí mismo porque he dejado pasar dos grandes sueños: ascender con el Sporting y jugar en Primera División", explicó el camerunés. El rojiblanco ha asegurado estar arrepentido por sus actos de indisciplina, promete trabajar al máximo y espera hacer olvidar todo lo relacionado con los siete meses que ha estado apartado en el filial.

"Mi cabeza, en los últimos meses, no estaba bien. No tomé el buen camino. Lo he pasado muy mal porque me perdí la fiesta del ascenso y jugar en El Molinón, que para mí es lo máximo como futbolista", explica Ndi. No reconoce, sin embargo, que la excusa de la rotura de una página de su pasaporte, la que mostró como argumento de la primera de sus dos prolongadas e injustificadas ausencias tras ser convocado con Camerún, fue una farsa para mejorar su contrato o forzar una salida. Tampoco admite la posibilidad de haber sido engañado por su anterior agente, Olivier Noah, del que ni siquiera pronuncia su nombre. El futbolista se limita a asumir que "estuve mal aconsejado". "Fue un lío. No me explicaron bien las cosas, y al final te cabreas. Quiero estar con buenas personas a mi lado. Ahora yo mando en mi futuro, nadie más manda en mi futuro. Mi agente soy yo y Dios", señala.

El jugador cree que analizar con perspectiva lo que le pasó le hizo cambiar de actitud. "He tenido buenos consejos por parte de mis compañeros de selección, pero el cambio surgió desde dentro de mi corazón. Cuando pasa el tiempo piensas en lo que has hecho. Estoy muy arrepentido y pido al sportinguismo una segunda oportunidad. Mi corte de pelo es otra forma de pedir perdón. Pido perdón hasta a los benjamines", reitera el joven jugador, de 20 años.

Ndi recuerda que sus disculpas públicas han llegado después de hacerlo, personalmente, ante Abelardo y el vestuario del primer equipo. "Mis compañeros se han comprometido a ayudarme. Todo el mundo, también el club. Siempre estaré agradecido a Abelardo. Gracias a él me conoce todo el mundo y he podido ser internacional con mi país", destaca. Deja en manos de los seguidores rojiblancos el poder obtener su perdón y muestra su compromiso en intentar que su rol en el equipo vuelva a ser el que era. "Sólo quiero pensar en fútbol y en ayudar a los compañeros. El Sporting me acogió cuando era un niño, y estoy seguro de que puedo devolver esa confianza. Soy joven y puedo cambiar. Ojalá la afición vuelva a creer en mí", concluye.