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Las segundas partes salen caras

El Sporting ocupa el duodécimo puesto en una clasificación con los resultados al descanso, pero se desploma después - Los rojiblancos se han dejado en el segundo tiempo diez puntos que tenían encarrilados, mientras que sólo han recuperado tres

Las segundas partes salen caras

El Sporting es un equipo con buenos principios. Los rojiblancos se desenvuelven con soltura en los primeros tiempos en los que sumarían 22 puntos si los partidos terminasen al descanso, con lo que ocuparían la duodécima plaza en la clasificación con todos los resultados dados en los primeros tiempos de la Liga. El problema es que a los rojiblancos se les hace largo el partido. Las segundas partes nunca son buenas y menos aún para el Sporting. En una clasificación que tuviera en cuenta sólo los segundos tiempos, los de Abelardo serían penúltimos. Tan sólo el Rayo Vallecano empeora los registros rojiblancos en las segundas partes, en las que el Sporting sumaría 14 puntos, uno menos de los que tiene actualmente.

Comparando lo sucedido en el primer y segundo tiempo, se concluye que el Sporting se ha dejado en las segundas partes diez puntos que tenía encarrilados antes del descanso. Mientras que tan sólo han ganado tres con remontadas en el segundo tiempo (el empate ante el Granada y la victoria ante Las Palmas).

Los casos más dolorosos fueron los partidos ante Betis y Getafe, dos rivales directos, en El Molinón. En ambos casos, el Sporting se retiró a los vestuarios por delante en el marcador y se derrumbó en el segundo tiempo. El resultado fue idéntico, pero la forma en que se produjo, no. Es cierto que el Sporting pudo golear a su rival en ambos casos en el primer tiempo. El Betis empató nada más salir de vestuarios y luego remató la victoria en una jugada aislada. Ante el Getafe, el Sporting dio un paso atrás impulsado por la mejoría azulona. Los goles llegaron en dos errores defensivos de los rojiblancos.

En otros casos, como sucedió ante Valencia (en El Molinón) y Atlético de Madrid (en el Vicente Calderón), el Sporting parecía que tenía amarrado un punto. Ante los valencianos, incluso había merecido la victoria y fue ese ansia por ganar el que le llevó a descuidar su espalda. En el Calderón, el Sporting resistió en un gran partido defensivo, pero pagó muy caro un error en el tiempo añadido.

También ante Sevilla y Éibar, los rojiblancos aguantaron el empate hasta el descanso. En el Sánchez Pizjuán fue el árbitro quien inclinó la balanza del lado sevillista y en Ipurúa, el Sporting cometió dos claros errores defensivos que les penalizaron.

El Sporting parece estar pagando el alto ritmo de Primera División. Los rojiblancos ya no acaban los partidos volcados sobre el área rival como sucedía la temporada anterior cuando el marcador era poco propicio. La máxima categoría es mucho más exigente. El estilo de juego tampoco ayuda. El Sporting no es un equipo que domine las posesiones. Tan sólo en tres encuentros tuvo más el balón que su rival y esto implica un mayor esfuerzo físico.

El equipo también ha perdido la solidez defensiva de la temporada anterior. Es algo normal por la superior calidad de sus rivales. Sin embargo, el equipo si dio continuidad a sus buenas sensaciones defensivas en el inicio de la competición, cuando pudo contar con todos sus efectivos. En los tres primeros partidos de Liga, ante Real Madrid y Valencia en El Molinón y ante la Real Sociedad en Anoeta, el Sporting sólo recibió un gol. Luego comenzaron las lesiones y ya nada volvió a ser igual. De hecho, Abelardo no ha vuelto a tener disponibles a todos sus titulares.

Primero cayó Cuéllar, luego Sanabria, que lo hizo varias veces, posteriormente Sergio y ahora Bernardo. Bajas sustanciales en un equipo con la plantilla corta, sin apenas experiencia y con una media de edad muy baja. Esa juventud es otro lastre con el que tiene que lidiar Abelardo. Al Sporting le falta la experiencia para saber amarrar resultados que tiene a su favor y que se le terminan escapando.

Los segundos tiempos le han pasado una factura terrible a un equipo que se ha dejado siete puntos en los segundos tiempos. Siete puntos que le situarían en la zona templada de la clasificación y sin la presión con la que ahora tienen que lidiar los rojiblancos. La próxima cita para el Sporting, en el inicio de la segunda vuelta, es la visita al Real Madrid. Un encuentro que además afrontan mermados. El futuro de los rojiblancos pasa por los próximos partidos en El Molinón.

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