Javier Fernández, máximo accionista del club, defendió ayer su gestión al frente del club y lo hizo a base de números. El vicepresidente económico desglosó los pagos que ha ido realizando el club en los últimos meses, en los que abonó 14,5 millones de euros a la Agencia Tributaria, 650.000 a la Seguridad Social, 700.000 euros al Principado, 2,4 millones en el abono de otros préstamos y, desde julio a final de año, se han liquidado 7 millones más en gastos corrientes con Hacienda. Javier Fernández también defendió el cambio realizado en el club y el paso al frente dado por algunos miembros del club y esbozó el reconocimiento que se está recibiendo en la Liga, en la Federación y en instituciones como el Principado o la Agencia Tributaria. Los cambios se han hecho extensivos, según Javier Fernández, a muchas de las ramas del club. Uno de los más significativos es que los 42 técnicos de fútbol base del club se han incorporado a la plantilla laboral del club y se les ha dado de alta en la seguridad social.

Fernández insistió en su proyecto económico a tres años y puso el énfasis en la mejora en la dirección deportiva y en "la renovación del entrenador que nos ha dado la vida".

El máximo accionista insiste en que "sí que ha habido cambios" que se bajan en "un trabajo que sí que se está haciendo" y llamó al sportinguismo a sumarse a "la esperanza". No fue una asamblea sencilla para el consejo del Sporting, que reconoció sus errores y quiso abanderar sus progresos económicos. Javier Fernández se mostró orgulloso de la masa social del club y agradeció el esfuerzo a los empleados por aguantar los impagos y a los proveedores que "no nos embargaron".

La Junta de Accionistas del Sporting empezó fuerte. En la primera intervención, Víctor Díaz, pidió al consejo de administración que le diesen un ultimátum a Abelardo y se planteasen un cambio en el banquillo si el Sporting no logra la victoria con la Real Sociedad. A partir de ahí, ya se podía esperar cualquier cosa. Y eso que el acto había comenzado con dos bonitos detalles por parte del consejo de administración que, sin embargo, no lograron suavizar el tono de las intervenciones. La Junta de Accionistas del Sporting tuvo como prolegómenos un vídeo con la memoria del ejercicio en el que se repasaban las instalaciones de Mareo, los equipos del club y el ascenso. Posteriormente se guardó un minuto de silencio por todos los sportinguistas muertos en 2015, durante el que sonó la marcha de Antón el Neñu.

La junta ganó empaque con la intervención de Diego del Valle, presidente de "Tu fe nunca decaiga", la asociación más crítica con el consejo de administración. Del Valle comparó el día del ascenso consumado en el Benito Villamarín con el episodio de las tres cruces de Ortiz. Entonces se evitó un descenso a Segunda B y el pasado verano, el ascenso evitó la desaparición del club. Pidió al Consejo de Administración que no ponga en duda a los futbolistas que lograron este ascenso y les pidió que no vivan de espaldas a la afición y al vestuario.

En el tema económico, Del Valle pidió desgloses y explicaciones sobre distintos apartados del balance de cuentas y del presupuesto para este ejercicio; pidió explicaciones sobre el contrato de Kappa, la firma que viste al Sporting, sobre las tareas y los objetivos cumplidos de algunos profesionales del club, sobre las relaciones y los préstamos de Doyen y sobre la indemnización recibida por el exdirector general Alfredo García Amado.

Por último, Diego del Valle reprochó al consejo la sanción que sufre el Sporting de no poder fichar jugadores: "Es responsabilidad suya, no podemos culpar a la Liga".

La intervención de Del Valle, tuvo continuidad en la del vicepresidente de Unipes, Jaime Álvarez quien se centró en la gestión social. Jaime Álvarez anunció una intervención que miraría hacia el futuro y a continuación cuestionó a Javier Fernández sobre los cambios prometidos en verano, sobre los nombramientos de director económico y de director financiero.

También les felicitó por la mejora en la gestión de las entradas y por la destitución de García Amado. Jaime Álvarez acusó los a Javier Fernández de que "sus cambios se han limitado a chapa y pintura, pero se mantiene el mismo chasis".

También intervino Víctor Sánchez, presidente de Unipes, quien avivó el tono crítico con el consejo de administración, a pesar de que les agradeció su receptividad y el trato de los empleados del club. Sánchez centró sus críticas en la propiedad del club, a la que acusó de llevarlo a la ruina en dos ocasiones. Posteriormente reclamó una oficina de abonados que atienda a diario las inquietudes de las peñas y de los abonados del club. Por último exigió también igualdad de trato entre las peñas de Unipes y las agrupadas en la Federación de Peñas Sportinguistas.

Los dos representantes de Unipes reconocieron que se está avanzando, "aunque muy lentamente" y agradecieron a Javier Fernández que al menos les escucha y les tiene en cuenta.

Uno de los involuntarios protagonistas de la Junta del Sporting fue el central rojiblanco Luis Hernández. En varias ocasiones, los intervinientes recordaron al consejo las declaraciones en las que el futbolista asegura que se siente valorado por la afición, pero no por el club. Tanto fue así, que el presidente Antonio Veiga pidió disculpas por "unas declaraciones poco afortunadas".. El dirigente aclaró que su intención era la de "apelar al sentimiento del futbolista para conseguir su renovación", puntualizó que "Luis está tan valorado como cualquier jugador" y volvió a disculparse: "Si mis palabras le molestaron, pido perdón".