Con la legitimidad de los pagos realizados como punto de partida, Javier Fernández orientó la junta de accionistas del Sporting hacia el sosiego. Las primeras intervenciones, en las que un accionista llegó a pedir que se diera un ultimátum a Abelardo, anunciaban una asamblea de las duras para el consejo. Cuando el máximo accionista del club tomó la palabra y comenzó a responder las cuestiones que se planteaban, logró suavizar el tono de la crítica. El vicepresidente dejó las cuestiones más delicadas a empleado de confianza, Ramón de Santiago, quien mostró su habilidad para el regate cuando se le apretó para que desvelase la indemnización que se pagó al exdirector general Alfredo García Amado. Ramón de Santiago no lo desveló, pero dio las claves para que cualquiera pueda calcularlo: Amado renunció al blindaje que tenía firmado y le corresponde un despido procedente por los 18 años que trabajó para el club. El propio Amado había desvelado que su sueldo mensual era de 6.000 euros.

Javier Fernández defendió ayer su gestión al frente del club y lo hizo a base de números. El vicepresidente económico desglosó los pagos que ha ido realizando el club en los últimos meses, en los que abonó 14,5 millones de euros a la Agencia Tributaria, 650.000 a la Seguridad Social, 700.000 euros al Principado, 2,4 millones en el abono de otros préstamos, 6,4 a acreedores varios. A esto hay que añadir los 7 millones más en gastos corrientes con Hacienda desde julio a diciembre. Javier Fernández también defendió el cambio realizado en el club y el paso al frente dado por algunos empleados. La otra gran pica del dueño del club es el reconocimiento que se está recibiendo en la Liga, en la Federación y en instituciones como el Principado o la Agencia Tributaria. Los cambios se han hecho extensivos, según Javier Fernández, a muchas de las ramas del club. Uno de los más significativos es que los 42 técnicos de fútbol base del club se han incorporado a la plantilla laboral del club y se les ha dado de alta en la Seguridad Social.

Fernández insistió en su proyecto económico a tres años y puso el énfasis en la mejora en la dirección deportiva y en "la renovación del entrenador que nos ha dado la vida". Su hoja de ruta incluye los aspectos económico, deportivo, fútbol base y un proyecto de comunicación y marketing. El máximo accionista insiste en que "sí que ha habido cambios" que se basan en "un trabajo que sí que se está haciendo" y llamó al sportinguismo a sumarse a "la esperanza". En un escenario mucho más controlado ya, Javier Fernández se mostró orgulloso de la masa social del club y agradeció el esfuerzo realizado a los empleados por aguantar los impagos y a los proveedores que "no nos embargaron".

La Junta de Accionistas del Sporting tuvo como prolegómenos un vídeo con la memoria del ejercicio en el que se repasaban las instalaciones de Mareo, los equipos del club y el ascenso. Posteriormente se guardó un minuto de silencio por todos los sportinguistas muertos en 2015. A la asamblea asistieron 60 accionistas, mientras que hubo otros 53 representados, que representaron un 73,88% del capital social del club. Todos los puntos del orden del día se aprobaron con el respaldo de la Federación de Peñas y el voto en contra de Unipes y de "Tu fe nunca decaiga".