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Cien veces Sergio

"Estoy muy satisfecho de haber alcanzado el centenar de partidos en un gran club, en el club de mis amores", celebra el avilesino

Cien veces Sergio

La vida con Sergio es mucho más fácil. Concretamente, 38 victorias y 31 empates en cien partidos. Sergio Álvarez Díaz (Avilés, 23-1-92) cumplió en el Santiago Bernabeu cien partidos oficiales con el Sporting. No le acompañó el resultado, ni la imagen, pero sí el escenario. A la altura de la carrera del futbolista: "Estoy muy contento por volver después de la lesión y por cumplir cien partidos con el Sporting. Para mí era un día muy especial". Las cifras redondas siempre son especiales. Sergio confiesa que "echas un poco la vista atrás y vas viendo tu carrera futbolística, que no ha sido fácil, igual que la de muchos jugadores". El centrocampista valora que "estoy muy satisfecho por haber alcanzado un número importante de partidos dentro de un gran club, del club de mis amores".

Han pasado ya casi seis años desde aquel 16 de mayo de 2010, en el que Manuel Preciado le dio la alternativa en Santander. El Sporting cayó derrotado en un duelo en que los cántabros se jugaban la permanencia y al que el Sporting comparecía salvado. Sergio quedó incorporado al primer equipo, pero pasó dos años sin apenas jugar, ni en Primera ni en el filial. Hasta que decidió dar un paso atrás y tomar impulso. De vuelta al primer equipo, le costó consolidarse. El punto de inflexión fue en Lugo, con José Ramón Sandoval, quien lo había descartado en verano. Desde entonces, ya nunca dejó de jugar.

"Esto del fútbol es como una noria. Hay veces que estás arriba y otras abajo". La perspectiva del tiempo no le lleva a pensar que su carrera haya estado más gestionada, aunque reconoce que "subí al primer equipo muy joven, quizá no estaba suficientemente preparado y por eso volví a bajar". Con ficha del primer equipo, Sergio se aprendió una lección que quizá luego le haya sido útil. Y es que en el fútbol conviene más dar pasos firmes, que correr demasiado. "El fútbol es muy exigente y, si no estás preparado, tiene que pasar el siguiente", asume el futbolista, que incide en que "de los errores cometidos hay que tratar de aprender y que sirvan para hacerte fuerte, recapacitar y saber lo que tienes que mejorar como persona y como futbolista".

Dos años sin apenas competir son un obstáculo en la carrera de un futbolista joven. Sergio supo levantarse y valora que "en un momento se tomó esa decisión. Yo estuve confiado, quería jugar en Primera División y no tuve los minutos que yo quería". El avilesino reconoce sin ningún problema que "el entrenador decidió que jugaran otros compañeros y quizá yo no estaba preparado al cien por cien para competir en Primera División". Una de las grandes virtudes de Sergio es la de haber sabido siempre interpretar las situaciones que iba viviendo de la mejor manera y sacar provecho de todas ellas: "Hay que ser maduro para saber que esos errores en el fútbol pueden pasar y evitar hundirte y conseguir que te hagan fuerte".

A veces, claro está, uno necesita ayuda para superar las adversidades. El gran apoyo de Sergio, desde el punto de vista deportivo, ha sido Abelardo quien "ha tenido mucha importancia en mi carrera". Hasta en tres ocasiones se cruzaron sus destino y el Pitu siempre mantuvo su confianza en el potencial de Sergio. "Pasó por mí tres veces", resume el jugador. En realidad, Abelardo fue el primero que supo ver el talento de Sergio: "Él fue quien me subió al Sporting B siendo juvenil de segundo año". También fue quien le convenció de que servía para el fútbol al máximo nivel, cuando Sergio, todavía un chiquillo, pasaba por una crisis de confianza absoluta después de dos años de suplencia. Abelardo le llamó de nuevo a su lado, y el jugador aceptó bajar al filial: "Lo hice muy fastidiado y el Pitu me dio esa confianza que necesitaba para volver a sentirme futbolista y volver a tener ilusión en el fútbol". Para el tercer encuentro, fue Sergio quien esperó a Abelardo en el primer equipo. La temporada 2013-14, fue la más rara en la carrera del jugador. Sergio empezó descartado y entrenándose al margen del grupo. Pudo irse a Córdoba, pero alguien, con buen criterio, decidió que el Sporting no podía renunciar a este futbolista. Luego apareció de pronto en el equipo titular y se hizo un fijo. Cuando llegó Abelardo recibió los galones definitivos. "Me dio esa confianza que un futbolista necesita para sentirse a gusto, para crecer y para aportar cosas. Es un entrenador determinante en mi carrera futbolística".

Tras unas largas negociaciones, el Sporting logró renovar a Sergio el pasado verano junto al portero Iván Cuéllar. Dos operaciones estructurales para la entidad. "A día de hoy, te puedo decir que estoy encantado de jugar en el Sporting y que voy a poner todo mi trabajo y toda mis ganas a disposición de este club, para que se mantenga en Primera y ojalá que yo lo siga disfrutando muchos años", proclama antes de añadir que "tengo muchas ganas de seguir creciendo, de seguir trabajando, y de seguir aportando cosas a este club".

La suya, claro está, es una voz más que autorizada para valorar la crisis que atraviesa el Sporting y que, en parte, puede relacionarse con su ausencia por lesión. "Creo que el vestuario, por supuesto esta dolido por una dura derrota, pero somos muy conscientes de que podemos sacar esto adelante a base de unidad, de intensidad y de recuperar las señas de identidad perdidas", argumenta. Sergio no titubea al asegura que "partiendo del trabajo y de la solidaridad que nos han traído a Primera División, tenemos capacidad para seguir el año que viene en Primera".

El Sporting tiene la permanencia a sólo dos puntos y para conseguirla es fundamente la implicación de la plantilla. "Sabemos de la importancia que tiene esta segunda vuelta para nosotros y que tenemos que dar todos un poquito más".

Sergio analiza la temporada del Sporting y encuentra motivos para el optimismo. "Ofensivamente, con el balón, el equipo ha estado bien, ha ido evolucionando y se ha adaptado a la categoría", sostiene. En realidad, en ataque se mantiene en números similares a los del año pasado. La diferencia está atrás: "Quizá defensivamente en algunos momentos no hemos estado tan intensos o tan solidarios como el año pasado, en el que nos creaban menos ocasiones".

Sobre su reaparición en el Bernabéu, reconoce que se decidió después de una conversación con Abelardo y de ver que había entrenado al mismo ritmo que sus compañeros. "Jugué con una protección y no tuve ningún dolor en el hombro", apunta. Sergio asume que no estuvo a su mejor nivel y que le faltó ritmo, pero también que "el Madrid salió muy fuerte y nosotros no fuimos todo lo agresivos y solidarios que teníamos que haber sido". Así es Sergio. Un joven veterano que no se esconde. Un lujo para el Sporting.

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