El Sporting entra en la semana final para acabar de definir su plantilla y acometer las dos incorporaciones que tiene previstas antes de que se cierre el mercado. La medianoche de este viernes marca el límite para la inscripción de nuevos futbolistas, que en el caso del conjunto rojiblanco están centrados en fortalecer dos puestos. Nico Rodríguez trabaja para la llegada de un central y un delantero. "Hay varias cosas abiertas, pero tenemos que ser prudentes", aseguran desde la entidad. El director deportivo tiene un mayor abanico para la elección del defensa, que podrá ser un jugador con experiencia, sin límite de edad, y con el tope de que no se podrá pagar más de 130.00 euros por su salario. Más dudas existen con el atacante, para el que Abelardo desea un rematador de las características del frustrado Viguera. En este caso, el conjunto rojiblanco sólo puede optar a un jugador en formación. Un margen reducido para el que existen dudas sobre la posibilidad de que mejore lo actual.
Una vez consumada la llegada de Igor Lichnovsky, que será presentado esta mañana en Mareo, Nico Rodríguez espera poder darle a Abelardo los otros dos futbolistas que pretende para retocar el equipo en la segunda vuelta. Especial dedicación se está tomando con la elección del defensa central, en la que el club considera que no puede haber margen de error para poder sustituir con garantías a un futbolista del calado de Bernardo. Raúl Navas, de la Real Sociedad, valorado el pasado verano y nuevamente estudiado en este mercado de invierno, está prácticamente descartado al tener en cuenta que todavía arrastra las consecuencias de una osteopatía de pubis de la que fue operado en julio. El mercado internacional ofrece más alternativas como la cerrada con el Oporto con Lichnovsky. El Pitu ya ha trasladado sus prioridades dentro de la agenda de Nico, que también se van consultando con la Liga.
El club ve más cercano lograr en estos últimos días un central que un delantero. No se descarta que puedan consumarse las dos incorporaciones, pero lo visto, hasta el momento, no acaba de convencer. Abelardo quiere un delantero corpulento, un hombre de área que complemente las características de Sanabria, Guerrero y Castro. No parece un cometido sencillo dadas las restricciones que impone la Liga. El hecho de que se diera al traste la operación de Viguera aumenta, además, la precaución a la hora de negociar. Todo esto contrasta con el malestar de Castro, que hizo visible su enfado el pasado viernes por la falta de minutos. El de Ujo saltó a calentar poco antes de que el Pitu llamara a Álex Menéndez como el tercer y último cambio del partido. A su vuelta al banquillo, el mierense lanzó el peto con rabia a la butaca, ante la mirada de los técnicos.
