Más de medio millar de aficionados formaba una larga cola en torno a El Molinón. Los primeros de la fila pasaron la noche al raso después de llegar a las 21 horas de ayer. El grueso de la cola se formó a partir de las seis de la mañana.

El objetivo pasa por conseguir entradas para ver al Barcelona en El Molinón. Ni siquiera el extraño horario, un miércoles laborable a las 18 horas, ni el precio de las entradas, han reducido por ver sobre la alfombra del templo a Messi, Neymar o Luis Suárez.

El partido supondrá también el regreso de Luis Enrique a El Molinón convertido en uno de los mejores entrenadores del mundo.