Javier Fernández y Ramón de Santiago viajaron ayer a San Sebastián para dar carpetazo a la relación del club con el Grupo Bruesa, que presidía Antonio Pinal, y que hoy se encuentra en proceso de liquidación. El Sporting realizó ayer el último pago a la constructora para recuperar la opción de recompra sobre Mareo. El acuerdo, rubricado en agosto de 2010, tasó la opción de recompra en 1,62 millones de euros más IVA (Bruesa había pagado por ella 1,8 millones), a razón de 180.000 euros anuales hasta 2018. El Sporting ya tenía pendientes las cuotas de 2014 y 2015 que no había atendido, más la de este año y dos más pendientes, sumaban 900.000 euros. Las urgencias económicas acucian ahora al Grupo Bruesa, por lo que el Sporting ha renegociado un acuerdo a la baja y finalmente ha cerrado el asunto por 600.000 euros. El acuerdo fue rubricado ayer en una notaría de San Sebastián con los representantes legales de Bruesa, que son los antiguos administradores concursales, hoy liquidadores de la sociedad. Se cierra así, dos días después de que aflorase el escándalo de Doyen Sports, otro de los episodios negros de la historia reciente del club. Para ser preciso, no quedará cerrado hasta que el Sporting recupere la propiedad de Mareo, algo que no parece próximo y que Javier Fernández no contempla en un horizonte a corto plazo, en el que sí aparece una importante mejora de las instalaciones de la escuela de fútbol.

El Sporting entró en contacto con Gesai, filial del Grupo Bruesa, en torno a 2004, casi de forma simultánea al concurso de acreedores del club. El grupo inmobiliario adquirió la opción de recompra que el Sporting había negociado con el Ayuntamiento en la venta de Mareo a cambio de 1,8 millones de euros. Posteriormente, Gesai aportó un préstamo por valor 1,4 millones de euros que ayudó al club a afrontar el pago de las fichas de los futbolistas.

Gesai irrumpió con fuerza en Gijón, adquirió terrenos en el Arbeyal donde pretendía promover un plan urbanístico con 250 viviendas repartidas en 4 bloques con forma de barco y cubría una superficie de 21.582 metros cuadrados en primera línea de playa, y se llegó a valorar que se convirtiese en accionista del Sporting e incluso su propietario, Antonio Pinal, se dejó ver con cierta frecuencia en los hoteles de concentración del equipo. El objetivo final del grupo inmobiliario era la recalificación de los terrenos de Mareo, para darles un uso urbanístico, un proyecto que siempre se encontró con la oposición frontal del gobierno de Paz Fernández Felgueroso. Fue tal la presión de Gesai y del club, que incluso se desarrolló el proyecto de una nueva escuela de fútbol en Vega, donde Gesai llegó a rubricar preacuerdos de compra de parcelas con el hijo del actual presidente rojiblanco, Antonio Veiga, como intermediario. Como aquellos documentos iban vinculados a la recalificación de Mareo, quedaron en agua de borrajas.

Han pasado ya catorce años, desde que Juan Arango cogiera con el pie cambiado a la entonces alcaldesa de Gijón Paz Fernández Felgueroso a la que, tras intentar sin éxito arrancarle otro préstamo u otro aval, sorprendió con el ya célebre: "Pues véndovos Mareo", desvelado en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA. La propuesta coló y el ayuntamiento gijonés aumentó su patrimonio tras desembolsar 1.500 millones de pesetas por los terrenos de la Escuela de Fútbol y 500 más por las marcas del club. El Sporting se quedó en los huesos, sin más patrimonio que sus futbolistas, una montaña de deudas y el sorprendente ingenio de sus gestores que aún se las arreglaron para hacer negocio con la opción de recompra de Mareo, que el club se había reservado en un último gesto de decoro.

Ante la sorpresa municipal, el Sporting vendió a Gesai la opción de recomprar Mareo por 1,8 millones. Ya en 2010, el club acordó con la constructora recuperar la opción de recompra con un acuerdo de pago aplazado por 1,62 millones que quedó resuelto ayer. El Sporting también ha acordado con el ayuntamiento recuperar las marcas del club, por una cantidad que va compensando con los 600.000 euros de publicidad que le corresponden por llevar en la camiseta el nombre de la ciudad.

Como era de esperar, llegó 2011 sin que nadie ejecutase la opción de recompra sobre los terrenos de la escuela de fútbol de Mareo. El club llamó de nuevo a la puerta del consistorio para renovar la posibilidad de recuperar los terrenos y ésta se le volvió a abrir. El ayuntamiento, que todavía encabezaba Paz Fernández Felgueroso, se avino a negociar la ampliación de la opción de recompra (por valor de 12,7 millones) por otros diez años con opción a ampliarse por otros cinco, aunque esta vez añadió al contrato una cláusula por la que la opción de recompra es exclusiva en los diez primeros años y preferente en los cinco siguientes.

El Grupo Bruesa fue noticia de ámbito nacional en muchas ocasiones por cuestiones ajenas al Sporting. Por ejemplo, por su relación con Bárcenas y las reformas en sedes del Partido Popular con supuesta financiación procedente de la caja B. Incluso se acusa a su presidente, Antonio Pinal, de ser quien financió algunas de estas obras. La relación es tan profunda que hasta Pinal fue llamado a declarar por el juez Castro. A día de hoy, Bruesa es una empresa en proceso de liquidación que pronto desaparecerá.