El Sporting firmó en la mañana de ayer las condiciones para devolver los 2 millones de euros que recibió de Doyen Sports en 2011. Javier Fernández y Ramón de Santiago, tras reunirse con los abogados del fondo de inversión en una notaría madrileña, han plasmado el preacuerdo establecido el pasado viernes de asumir esta cantidad con un interés anual del 10%, sin incluir ninguna vinculación sobre derechos de futbolistas, tal y como se puntualiza desde la entidad. La principal novedad radica en el detalle de un plan de pagos diferenciado en función de la categoría en la que milite el equipo. El club se compromete a afrontar la totalidad de la deuda en diciembre si los rojiblancos mantienen la categoría, mientras que se desglosará en cuatro temporadas (incluyendo la presente) si el equipo se encuentra en Segunda División.

El calendario de pagos para asumir la deuda con Doyen Sports es el punto más novedoso del nuevo acuerdo fijado con el fondo de inversión. La vía más rápida y sencilla es la establecida en caso de lograr la permanencia. El Sporting se compromete a liquidar la deuda en diciembre pagando unos 3,3 millones de euros, montante que se obtiene de los 2 millones de euros de la cantidad principal, añadiéndole el 10% de interés compuesto hasta ese momento.

El segundo camino es el marcado en caso de descenso, con abril de 2019 como horizonte previsto para completar el pago siempre que el equipo siga, durante este tiempo, en Segunda División. El club ha dividido los plazos pactando unas cantidades diferenciadas para cada año, junto a abonos semestrales, y asume que, lo que vaya quedando pendiente, mantendrá un interés anual del 10%. El convenio incluye la valoración de una tercera situación, la correspondiente a si el Sporting desciende este año, y regresa a Primera antes de 2019. En este caso, el club procederá a asumir la totalidad del pago restante en la misma campaña en la que el equipo reinicie su andadura en la máxima categoría. En todos los casos, el club establece como garantía parte de los derechos de televisión, y no incluye, en ninguna de las tres vías, derechos sobre futbolistas como aval, aseguran desde el club.

El consejo de administración pretende dar por cerrada así la polémica sobre su vinculación con Doyen Sports después de que el portal "Football Leaks" desvelara el contrato firmado por ambas partes. Una información que apuró los movimientos para que Javier Fernández y Ramón de Santiago se reunieran con el fondo de inversión. En 2011, en la cuarta temporada consecutiva del equipo en la Primera División, el club acudió al fondo de inversión como solución urgente a su acuciante situación de tesorería, al no poder hacer frente a las fichas de los futbolistas y a conseguir créditos bancarios. Manuel Vega-Arango, presidente, y Alfredo García Amado, director general, firmaron un acuerdo que rozaba la usura con Doyen Sports. El fondo de inversión adquiría los derechos de nueve futbolistas (hasta un retorno máximo de siete millones de euros) y el 20% del resto de los componentes de las plantillas deportivas del club (hasta un tope de tres millones más) a cambio de dos millones de euros. Es decir, 2 millones de euros, a cambio de poder amortizarlo con 10. El Sporting llegó a traspasar a algunos de los futbolistas cuyos derechos habían pasado a manos de Doyen, como Barral o Trejo, sin pagarle ninguna cantidad. Javier Fernández puntualizó la pasada semana que el Sporting sólo le ha desembolsado 250.000 euros al fondo inversor en virtud de este controvertido acuerdo.