Las declaraciones de Abelardo lograron que la situación del Sporting tenga un impacto nacional. La actuación de Fernández Estrada recordó a la de algunos de sus colegas: Gil Manzano en El Madrigal, Del Cerro Grande en el Sánchez Pizjuán o Vicandi Garrido en Vallecas, por poner sólo tres ejemplos. Un análisis sosegado de la trayectoria de los rojiblancos esta temporada confirma que el Sporting tiene motivos para quejarse del estamento arbitral. No es un tema nuevo. Las dos temporadas anteriores, el club rojiblanco ya tuvo que luchar contra una corriente adversa de decisiones arbitrales. En la temporada 2013-14, el cénit estuvo en el partido de Riazor, pero hubo muchos más, y el equipo acabó viéndose desplazado de la zona de ascenso directo. La temporada pasada el empuje de los Guajes pudo con todo y les permitió sumar 82 puntos, que debieron ser más con arbitrajes menos parciales. Esta temporada, el Sporting se ha visto severamente agraviado con decisiones que le han quitado puntos de forma manifiesta y que han condicionado otros partidos por expulsiones injustas, como la de Luis Hernández en Pizjuán o la de Bernardo en Vallecas.
El partido de Granada recordó, por su desarrollo, al de Villarreal. El Sporting logra adelantarse con un gol completamente legal, que resulta anulado de forma sorprendente. Con empate a cero, en ambos encuentros, el Sporting recibió un gol ilegal que puso el partido muy cuesta arriba para los rojiblancos. Soldado asiste a Bakambu en fuera de juego y Barral simula un penalti de forma flagrante pero engaña a Estrada Fernández, que pita el penalti.
El Sporting se ha visto perjudicado por los arbitrajes en sus dos enfrentamientos con el Granada. En la primera vuelta, los rojiblancos pidieron dos penaltis en el área visitante, un pisotón manifiesto a Lora y una entrada de Doria sobre Carlos Castro. Lo peor del asunto, es que los granadinos tampoco quedaron contentos con Álvarez Izquierdo. Se quejan del tiempo de prolongación y de las dos expulsiones en el tiempo añadido, que facilitaron que el Sporting recuperase un punto. En Los Cármenes, gol mal anulado al Sporting y penalti inexistente a favor del Granada.
Otra de las decisiones más dolorosas se produjo en el Sánchez Pizjuán, en un partido abocado al empate a cero. Fernando Llorente se fue al suelo dentro del área y Del Cerro Grande se tragó el engaño como un Estrada Fernández cualquiera. No es fácil cuantificar en puntos el daño que le han costado al Sporting las decisiones arbitrales, pero lo que está claro es que la situación de los rojiblancos en la tabla sería mucho más desahogada.
