El Sporting puso fin ante el Atlético a ocho jornadas sin conocer la victoria a través de la primera remontada de la temporada. Un golpe de efecto que ha llegado ante el mejor visitante de la categoría y que se convierte en un impulso, tanto a nivel de puntuación como moral, que puede convertirse en determinante de cara a conseguir el objetivo. "La victoria era necesaria y nos engrandece por el rival que teníamos enfrente", subraya Abelardo. "Para una vez que ganamos a un rival como el Atlético voy a decir que es mérito nuestro, aunque ellos hayan podido acusar el cansancio. El equipo ha tenido mucha culpa de que el segundo tiempo haya sido así. Sabíamos que teníamos que apretar y hemos jugado un partido muy completo ante un rival que sólo había perdido cuatro partidos y recibido doce goles. Salvo el tiro de Griezmann y la ocasión que tuvo antes, apenas nos han inquietado. El triunfo ha sido merecido", sentencia el técnico rojiblanco.

La fortuna parecía haber vuelto a dar la espalda al Sporting cuando Castro, a puerta vacía, estrelló el balón en el larguero. "Si no llegamos a ganar, igual Castro se nos suicida en Ujo", bromea Abelardo. "El triunfo era necesario de cara a la clasificación, aunque sigamos en descenso. Estamos ahí, en la pelea. Más cerca. Queda mucho todavía. Hay que seguir, cada partido es una historia distinta. Nos ha salido un partidazo, pero el próximo es tan importante o más que éste", explica el Pitu. El entrenador del Sporting entrega parte del mérito al haber apostado por tres centrocampistas de inicio. "Los partidos malos te hacen rectificar", señala. "Nuestra idea era que atacaran los laterales y que tanto Sergio o Nacho, llegasen al área. Había veces que sólo llegaba Tonny. Necesitábamos la aportación de otro volante y en el segundo tiempo se corrigió, al tomar la decisión de meter otro punta", detalla. No olvida incluir en la remontada el valor de la grada. "Teníamos que enganchar a la gente. El Molinón ha vibrado como nunca o como muy pocas veces", concluye.