Para encontrar un registro similar al que ya ha marcado Arnaldo Antonio Sanabria Ayala (San Lorenzo, Paraguay, 4-3-96), hay que remontarse veinte años atrás. Lo justo para encontrarse con Julio Salinas, delantero internacional que ese marcó 18 tantos en Primera División para el Sporting. En la trigésima jornada, sumaba ya una docena de dianas. Una muesca de las once que ya ha marcado Tonny Sanabria en la culata de su revólver de gran goleador. Desde entonces, ningún otro delantero ha logrado en Primera unos registros similares con la camiseta del Sporting. Son pocos, en realidad, en toda la historia del club. Lo hizo Enzo Ferrero (casi nadie), en la temporada 1980-81, en la que terminó como pichichi rojiblanco con 15 tantos. En la trigésima jornada, ya sumaba 13. Y -todos en pie- lo mejoró Quini en seis ocasiones. Sí, en seis (20, 20, 14, 19, 17, y 13 goles en 30 partidos marcó el Brujo).
El caso de Tonny Sanabria ofrece además algunos matices interesantes. El primero es que el delantero paraguayo ha sufrido al menos cuatro lesiones esta temporada, por lo que sólo ha disputado veinte partidos, uno de ellos como reserva. Otra cuestión a tener en cuenta, es la precocidad. Tonny Sanabria cumplió 20 años hace dos semanas. El guaraní se ha convertido ya en uno de los grandes goleadores europeos sub-21, con el agravante de jugar en un equipo modesto como el Sporting, que pelea por la permanencia y en el que es mucho más complicado sumar goles.
Sanabria llegó al Sporting el pasado verano en calidad de cedido por el Roma, club que lo había fichado a golpe de talonario procedente de La Masía cuando sólo tenía 17 años. El conjunto italiano asume además la ficha del futbolista, inalcanzable para el Sporting. La operación ha resultado ser un negocio redondo para los rojiblancos a la vista del coste cero y del rendimiento del futbolista. Pero también lo ha sido para el Roma. El conjunto italiano mandó a Mareo un futbolista en claro deterioro. Tras dos años sin competir, Sanabria se había devaluado y crecían las dudas sobre su capacidad para rendir en el fútbol de élite. Sólo se le había visto en el filial azulgrana y en algunos partidos con la selección guaraní.
A las órdenes de Abelardo, Sanabria se ha revalorizado de forma espectacular. El Roma recuperará este verano un futbolista de primer orden, que ha vuelto a ser llamado por la selección de su país, a la que acude con vitola de estrella. El conjunto romano tiene dos posibilidades con vistas al próximo mercado. La primera, nada descabellada, sería quedárselo y comprobar si Sanabria sería capaz de ganarse minutos a ese nivel y evaluar así su rendimiento. Otra opción sería directamente ponerlo en el mercado. Ya son muchos los equipos que han llamado a su puerta. En España se le ha llegado a relacionar incluso con el Real Madrid. Lo que es seguro es que Sevilla y Valencia son algunos de los equipos que le siguen y podrían tener la capacidad de ficharle. Uno de los más interesados es el Tottenham de la liga inglesa.
Para el Sporting, Sanabria es mucho más que su gran goleador. El delantero eleva el nivel del equipo por su capacidad para la disputa con los centrales. Es un jugador poderoso, capaz de ganar muchas acciones, de proteger el balón y de no perderlo. Ante el Atlético de Madrid, incluso repartió balones de gol, como el que le puso a Carlos Castro. La permanencia es un cuestión de todos, pero el olfato del paraguayo será clave.
