La seguridad defensiva es la gran prioridad de Abelardo. Lo ha sido siempre. El gran rendimiento defensivo del equipo, que convirtió a Cuéllar en el portero menos goleado de la temporada anterior, fue la clave del ascenso rojiblanco. Lógicamente, para un club modesto como el Sporting, las dificultades se multiplican en la máxima categoría. Con todo, los rojiblancos son el equipo más seguro de los que están en la pelea por el ascenso. El Sporting sería décimo cuarto en una clasificación que tomara como referencia los goles recibidos. Como curiosidad, a Sporting y Celta les han encajado el mismo número de goles (52), a pesar de que les separan trece puntos en la clasificación. Levante y Getafe han recibido 54; Espanyol y Granada, 57 y el equipo más vulnerable de Primera División es el Rayo Vallecano, cuya portería se ha mancillado en 63 ocasiones.

Abelardo mantiene la seguridad defensiva como arma fundamental para alcanzar su objetivo. La defensa, claro está, empieza en Sanabria. En los partidos ante Atlético de Madrid y Levante, Abelardo ha buscado dos soluciones diferentes para aumentar la solvencia de su equipo. Contra los colchoneros utilizó tres centrocampistas y en el Ciudad de Valencia recuperó a Pablo Pérez, el más laborioso de los mediapuntas, para la posición de enganche.

Hasta ahora, el Sporting ha mantenido la portería a cero en cinco ocasiones. Lo hizo en los dos primeros partidos de Liga ante Real Madrid y Real Sociedad, también en la victoria ante el Málaga en El Molinón y en sus dos visitas a Valencia (victoria por la mínima en Mestalla y empate en el Ciudad).

No lo está teniendo fácil Abelardo. Los problemas se le están multiplicando en defensa desde el inicio de temporada, hasta el punto de que el técnico prepara el encuentro ante el Celta con sólo cinco zagueros disponibles para cuatro puestos. Una historia que se repite de la semana pasada. Y eso con suerte, porque Vranjes no ha podido entrenarse esta mañana por un lumbalgia pero se da por hecho que estará en condiciones de jugar ante el Celta. Quienes sí están descartados son el sancionado Lora y los lesionados Álex Menéndez y Canella.

A pesar de que Abelardo se pasó todo el verano pidiendo que le mejorasen el equipo en las dos áreas, el Sporting comenzó le temporada con la misma defensa del curso anterior. La vuelta de Canella tras su cesión en el Deportivo de La Coruña, fue la única novedad. Por desgracia, el tiempo dio la razón al Pitu, con la grave lesión que sufrió Bernardo en Villarreal y que le dejó fuera de la temporada.

En el mercado de invierno llegaron dos defensas. La Liga autorizó al Sporting ha incorporar un central con experiencia, que estuviera libre y cumpliera con las restricciones económicas. El elegido por el director deportivo, Nico Rodríguez, fue Vranjes. Un defensa que se adapta a las posiciones de central y lateral derecho. El Sporting quemó otra bala y trajo cedido del Oporto a Igor Lichnovsky, central chileno de 19 años, quien hasta ahora ha jugado un único partido con el Sporting.

Los minutos acumulados durante la temporada han comenzado a pasar factura. Además de Bernardo, Álex Menéndez, Canella y Vranjes, tampoco se entrenaron ayer Álex Barrera (sobrecarga de adductores), Rachid (sobrecarga de cuádriceps) y y Dani Ndi, que sigue con sus molestias en la rodilla. Este último grupo de futbolistas se espera que puedan ser recuperables.

Los problemas en defensa no son exclusivos de los rojiblancos. El Celta sufre de lo lindo atrás. Lo primero que llama la atención del conjunto de Berizzo es el esplendor de su delantera. Iago Aspas, Nolito y Orellana siembran el pánico. Pero al Celta se le escapa la eficacia por la puerta de atrás.

El conjunto vigués ha recibido doce goles más que el Athletic de Bilbao y quince más que el Sevilla, sus dos rivales directos en la pelea por clasificarse para competiciones europeas. El conjunto gallego es, de los tres, el que mejor rentabiliza sus goles marcados, de ahí que les mantenga el pulso y las aspiraciones intactas.

Abelardo quiere dar continuidad al trabajo defensivo realizado en el Ciudad de Valencia, donde Cuéllar apenas intervino, a pesar del acoso del conjunto local. Si logra recuperar el tono defensivo, la permanencia estará más cerca.