Abelardo hizo ayer visible su disconformidad con la decisión del club de destituir a Tomás como entrenador del Sporting B. "Me pilló por sorpresa, porque me enteré cuando ya estaba destituido. Es una decisión que, según me han dicho, han tomado Nico y Manolo", señaló, en un primer momento, refiriéndose al director deportivo y al responsable de las categorías inferiores del Sporting. "La decisión se ha tomado en función de los resultados del filial. Creo, porque nadie me ha dicho nada", añadió, subrayando su malestar por no haber sido informado al respecto. "Mi opinión es otra", apuntó sobre el baremo resultadista sobre el que se ha argumentado la salida del berciano. "En un filial, lo que más me importa, si sigo como entrenador, es que pueda contar con jugadores del Sporting B en el primer equipo el año que viene. Eso está en una planificación, y creo que este año no se ha hecho adecuadamente", sentenció.

Si la relación entre Abelardo y Nico Rodríguez no es fluida, la destitución de Tomás ha añadido leña al fuego. El Pitu no ha dudado a la hora de recordar la deficiente planificación del Sporting B, repartiendo responsabilidades que, hasta ahora, sólo ha pagado el berciano. Tampoco se libra Manolo, a quien Abelardo sitúa en la misma línea que el director deportivo sobre esta decisión. Resulta extraño que un proyecto que trata de apoyarse en la cantera no informe a su primer entrenador de los cambios que se plantean en el hilo más directo con el primer equipo, el filial. Abelardo, además, ya pasó por una situación parecida, cuando fue destituido en su primera etapa en el Sporting B. Un tiempo en el que también defendió que debía situarse la formación de jugadores por delante de los resultados.