"Si se quiere llamar traición... Si no es traición, por lo menos debió actuar con la honradez y delicadeza que se merece cualquier presidente". José María Suárez Braña se mostró ayer muy crítico con Jorge Guerrero, al que señaló como el causante de que, el pasado sábado, durante la asamblea de la Federación de Peñas Sportinguistas, se diera a entender que él había dimitido como máximo mandatario de este colectivo. El gijonés sigue defendiendo que él nunca presentó su renuncia al cargo, algo que sí aseguran varios peñistas presentes, y argumenta que fue su vicepresidente, el propio Guerrero, el que llevó al equívoco con un mensaje enviado a asociados y medios de comunicación, en el que anunciaba que él tomaba el relevo.

Suárez Braña admitió, en un acto convocado en Mareo para mostrar su postura sobre estos últimos hechos, que duda si presentarse a la reelección en los comicios que se convocarán de manera inminente en la Federación de Peñas. "Me tomaré un par de días más para pensármelo", justificó, al mismo tiempo que reconoció que está recabando opiniones entre las 93 peñas que tienen, actualmente, derecho a voto, para saber si cuenta con respaldo suficiente. "Si me presento a las elecciones es para ganarlas", aseguró, añadiendo que su objetivo es recuperar la confianza de los peñistas que fueron críticos con su labor durante la última asamblea. "Lo que no quiero es dividir a estas alturas. Bastante dividido está ya el club", manifestó el hombre que lleva como presidente desde 1997. El hecho de que el gijonés se presente a la reelección puede provocar una situación bastante extraña, ya que él mismo no descarta que exista otra candidatura comandada por el que, hasta ahora, había sido su mano derecha, el propio Jorge Guerrero. "A lo mejor nos presentamos los dos, o más. No sé qué le llevó a cometer eso, igual son errores de juventud", recordó, nuevamente, en referencia al polémico mensaje que, según Braña, no reflejó lo ocurrido durante la asamblea. "Es una pena, porque tenía pensada la posibilidad de hacerme a un lado, y que él tomara el relevo, lamentó.