Nueve puntos en tres partidos. El reto de la permanencia exige un pleno que liberaría al Sporting de sufrir con los resultados de otros campos. Nueve puntos llevarían a los guajes a los 41 y dejarían despachado el engorroso asunto de la permanencia. No quiere decir esto, ni mucho menos que vaya a ser sencillos. Pero tampoco imposible. Los guajes pueden hacerlo. Pero habrá que ir por pasos y seguir la tarde de fútbol pegado a los transistores. De la jornada de esta tarde, lo primordial sería que el Granada no se despegase en la clasificación. Todo lo demás sería solucionable, pero un pinchazo nazarí en Vigo dejaría el listón un poquito más bajo. No vendría mal tampoco un pinchazo del Getafe, para que el equipo azulón vaya perdiendo gas antes de recibir a los rojiblancos.

Para el Sporting, el primer objetivo ahora es hacerse fuerte ante el Éibar en casa. No conviene mirar más allá de este partido, en el que no sirve ningún resultado que no sea que los rojiblancos suman los tres puntos. Será entonces, cuando haya que hacer un nuevo estudio de situación y valorar las opciones antes del viaje a Getafe. Será un partido dramático. Como muchos de los que jugó el Sporting la temporada pasada, en un sprint frenético en el que los guajes convivieron con la obligación de ganar. Y el último día toca gestionar calculadora y emociones ante un Villarreal que podría llegar a El Molinón con la clasificación para la Liga de Campeones en el bolsillo. Ya casi la tendrían los de Marcelino García Toral, de no ser por el tropezón de Vallecas.

El Sporting salió al Camp Nou con el susto del Rayo Vallecano metido en el cuerpo. El sportinguismo celebró con ganas la remontada del Real Madrid y Bale se convirtió en el hombre más importante para el Sporting en la jornada de ayer. Cuantos más equipos sigan implicados en la pelea, más opciones tendrán los rojiblancos de alcanzar el objetivo de la permanencia.

El Sporting sale rabioso del Camp Nou y esto, si se sabe administrar, no es el mala señal. La goleada escuece, pero todo el mundo vio cómo se produjo. Con tres goles de penalti, no se ponen en cuestión los cimientos del equipo. Más aún cuando jugaron mayoría de reservas. A pesar de las dificultades, hubo jugadores que acreditaron que pueden ser útiles como refuerzos. Otros directamente pasaron de puntillas por el encuentro, sin dejar mayor testimonio de su juego.

El Sporting recibió en el Camp Nou un gol más que en el Santiago Bernabéu, pero las sensaciones son muy distintas. En Madrid, con mayoría de titulares, el equipo no competió y fue arrollado en el primer tiempo por un Real Madrid desbocado. Hasta se temió por una goleada histórica. Los rojiblancos mejoraron en el segundo tiempo y hasta hicieron un gol. Anoche no marcaron, pero resistieron en pie durante una hora y quizá hubieran dejado blancos a los azulgranas de no mediar Clos Gómez y montar su estropicio.

Pasado el trago del Barcelona, el Sporting se centra ahora en una liga de tres partidos en la que cuenta con opciones de éxito. Para ello, es necesario que se vea el Sporting que ganó al Sevilla y no el de Las Palmas. Como dejó dicho Abelardo, el Sporting depende de sí mismo. Si suma los nueve puntos, será complicado que no vuelva codearse con los mejores equipos de España. En caso contrario, tocará rezar.