"Aquel partido nos lo jugábamos todo, la tensión que se respiró durante toda la semana era importante. Teníamos que ganar sí o o sí". Diego Camacho recuerda con una doble sensación el partido entre el Sporting y el Recreativo del 31 de mayo de 2009. Por un lado por la tranquilidad de que el conjunto rojiblanco dependía de sí mismo para salvarse, y por la complicación de empezar perdiendo y tener que remontar para conseguir la permanencia. Y como le suele suceder en los últimos años al Sporting, cuando se encuentra en el alambre, la moneda salió cara, y el equipo que entrenaba por aquel entonces Manolo Preciado remontó y se salvó. Y fue la última vez que el Sporting consiguió la permanencia en la última jornada de Liga de Primera.
La otra vez que se llegó sin hacer los deberes al final de competición fue en 2012, pero el Sporting no dependía de sí mismo, y tampoco consiguió ganar en Málaga. Por eso el día del Recreativo de Huelva es el espejo a seguir para este Sporting. La alineación la integraron Cuéllar; Sastre, Gerard, Iván Hernández, Raúl Cámara; Diego Camacho, Michel; Pedro, Kike Mateo, Diego Castro; y Barral. Y en la segunda mitad jugaron también Maldonado, Luis Morán y Bilic. Tras adelantar Martin al Recreativo, Barral puso el empate y Luis Morán el gol de la victoria. "Lo bueno era que dependíamos de nosotros, pero en esas ocasiones el nerviosismo te atenaza y te hace que no juegues como verdaderamente es el equipo", rememora Iván Hernández. "Aquel día no se jugó nada bien, pero las cosas fueron saliendo", explica Diego Camacho, que espera que pasado mañana el Sporting vuelva a tener la misma alegría: "Solo espero que mi Sporting no se venga abajo en ningún momento y sea constante, que hay fases en las que las cosas salen mal".
Ganar, la única opción
El Sporting llegó a aquel final de Liga con la necesidad de ganar los tres últimos partidos para salvarse. Primero se ganó en casa al Málaga, después en Valladolid, y finalmente en El Molinón al Recreativo. "Al final da igual que dependas o no de ti mismo, lo que hay que hacer es ganar y no tienes otra opción. No hay margen de error, es ganar o nada, y al final jugar con esa presión es muy complicado", explica Sastre, que aconseja al equipo de Abelardo "tranquilidad" para el partido de pasado mañana.
Aquel Sporting llegaba en una situación bastante parecida a la que tiene ahora el Getafe, dependiendo de sí mismo para salvarse, pero con la presión de tener que ganar para no fracasar. "Al Getafe lo más probable es que le puedan entrar las dudas si no le salen bien las cosas desde el principio", comenta Diego Camacho.
Nervios y fe
Mate Bilic recuerda la semana previa al partido ante el Recreativo como una de las más intensas del año: "Había nervios y sabíamos que nos jugábamos la vida, pero teníamos mucha fe en lo que hacíamos y al final lo conseguimos". El delantero croata incide en que el triunfo una semana antes en Valladolid fue clave para encarrilar la permanencia, "fue media salvación" y guarda un símil con el Sporting actual: "En Valladolid si hubiésemos perdido nos quedábamos sin opciones. Igual que el Sporting de ahora, que lo tuvo en sus manos en Getafe, pero pudo perder, así que confío en que se ganará al Villarreal el domingo y el Betis puntuará ante el Getafe".
Ansia por remontar
En aquella plantilla también estaba Jorge García Torre, aunque el día del Recreativo no jugó ni un solo minuto y tuvo que sufrir en el banquillo. "El día se hizo mucho más largo de lo normal. No pude parar quieto desde el banquillo mientras llegaba la remontada la segunda mitad", comenta. Con respecto a este domingo, el actual jugador del Llagostera es optimista: "El año pasado era más difícil y al final se subió. Lo primero que tenemos que hacer es ganar al Villarreal, que creemos que van a venir aquí de comparsa y no será así porque tienen un equipazo. Y después esperar que pinche el Getafe, que hay que reconocer que lo tiene bien porque pasó en un mes de estar muerte a tener una situación favorable".
En 2009 el Sporting salió bien parado de una situación de riesgo. Ahora aspiran a repetirlo. "Si nos hemos encontrado tantos años en esta situación y ha salido bien, por qué no va a salir ahora también", concluye Rafael Sastre. Palabra del capitán.
