A pesar de que Borja Blanco pidió por megafonía que no se invadiese el césped, la Mareona lo inundó todo. Las fuerzas de seguridad, consiguieron abrir un pequeño cordón desde la boca de vestuarios hasta cerca del centro del campo. Mientras las cabezas se girarán para celebrar los fuegos artificiales por encima del fondo norte. Fue entonces cuando se hizo oír una voz conocida. "Un saludo Mareona", arrancó Alberto Rodríguez, conocido cómico de la TPA, que ya animó una comida privada del club hace algunas semanas. Los futbolistas ya se habían retirado a los vestuarios, pero su presencia se intuía por la boca del túnel. El capitán Alberto Lora atendió a la televisión con más derechos con una camiseta que rezaba "Siempre con nosotros", con las imágenes de Manolo Preciado y de Alejo Caso. El resto de la plantilla, incluidos los técnicos, llevaban camisetas de agradecimiento a la afición.

El maestro de ceremonias fue presentando a los futbolistas por estricto orden de sus dorsales. Las bromas, con más o menos gracia, fueron celebradas y las grandes ovaciones fueron para Jony, Abelardo, Carlos Castro o Halilovic, al que se le presentó como serbio. Cada futbolista vivió su momento. Desde los saltos de Cuéllar, a los golpes en el pecho de Jony o el perdón de Nacho Cases. Abelardo abrió los brazos al cielo y Halilovic apareció con una botella de sidra, para escanciar el mejor culín del año.

Una vez completada la plantilla, Abelardo dio las gracias a "la mejor afición del mundo". Lora se sumó a su técnico y Carlos Castro asumió el liderazgo de los cánticos en un improvisado karaoke, por el que desfilaron el delantero de Ujo, el paraguayo Sanabria que gritó que "Gijón entera se va de borrachera", el propio Halilovic con "una villa bellísima, un equipo fantástico..." y, atentos todos, Bernardo se arrancó con el himno del Sporting. Fue la primera etapa de una noche de fiesta.