El Sporting y Raúl Lozano separarán sus caminos en los próximos días. Nico Rodríguez ha decidido prescindir ya del salmantino para que sea una persona de su confianza la que ocupe el puesto de secretario técnico. El club y el propio Lozano estudiarán en los próximos días la fórmula para llegar a un acuerdo de desvinculación. Esta decisión se convierte en uno de los pasos importantes dados por Nico Rodríguez dentro del área deportiva y se produce tan sólo un año después de su llegada al club para liderar unas funciones que, hasta ese momento, desempeñaba el propio Lozano.

Los plenos poderes otorgados por el Sporting a Nico Rodríguez como cabeza visible del área deportiva implican unas responsabilidades que el director deportivo desea asumir junto gente de su plena confianza. Y es ésta una de las razones por las que el gijonés ha optado porque se acometa ya la salida de Raúl Lozano, ya que pretende ocupar el puesto de secretario técnico con una persona afín a su manera de trabajar. La idea de Nico Rodríguez, en cuanto a la figura de secretario técnico, es que actúe como el filtro principal de los seguimientos realizados por los cuatro ojeadores que tiene distribuidos por España. Una labor para la que parece no sintonizar con Lozano.

Lo cierto es que la llegada de Nico Rodríguez a Gijón hacía presagiar que era difícilmente salvable que pudiera convivir junto a Raúl Lozano, el que había sido, hasta ese momento, el encargado de negociar todos los fichajes. El hecho de que el salmantino perdiera peso y protagonismo en el día a día, no ha ayudado a que terminaran de complementarse. Raúl Lozano asumió en 2012 el cargo de secretario técnico, tras la marcha de Emilio de Dios, con el que llegó a trabajar como ojeador.

En su etapa al frente de esta parcela cabe destacar el acierto de Lozano en la contratación de Scepovic. El serbio se convirtió en una auténtica revelación durante la campaña 2013-14, en la que anotó 23 goles, y por el que el club ingresó 2,5 millones de euros por su traspaso al Celtic de Glasgow al final de aquella temporada. Uno de los hombres fuertes de Alfredo García Amado, el anterior director general, fue un firme defensor de la llegada y la continuidad de José Ramón Sandoval. El de Humanes terminó señalándole como una de las pocos amigos que dejaba en el Sporting cuando fue destituido. Junto a él gestionó algunas incorporaciones notables, como la de Bernardo, unidas a otras que no acabaron de cuajar, como sucedió con López Garai.