Nacho Cases (Gijón, 1987) afronta su séptima temporada en el primer equipo del Sporting, con el que ya ha disputado 160 partidos. Apura sus últimas horas de vacaciones antes de empezar una nueva temporada, en la que avisa que tocará de nuevo sufrir. Aún así, sueña con que la apuesta por la cantera se mantenga, se consolide un buen bloque y, en el futuro, el club aspire a cotas más altas.

-¿Ya tiene ganas de empezar la pretemporada?

-Las vacaciones están muy bien, pero ya hay ganas de balón. Ya pica el gusanillo de empezar a entrenar y sobre todo a competir.

-¿Cómo valora los nuevos fichajes?

-Son grandes jugadores, muy válidos, que lo han demostrado y que vienen con muchas ganas.

-Después de dos años con casi el mismo bloque viven una amplia reestructuración.

-Me da mucha pena que no sigamos teniendo el equipo que nos ha dado muchas alegrías y que ha demostrado que con la humildad se puede llegar a cotas muy altas. Es cierto el equipo no va a ser el mismo, pero llegan jugadores más contrastados y espero que vengan con las mismas ganas que los que han se han ido.

-¿Se ha roto el Sporting de los guajes?

-Espero que no se rompa ese espíritu que nos ha llevado a estar aquí. Habrá que tener presentes a todos esos nombres de los dos últimos años porque hicimos una hazaña que con el tiempo se va a recordar. Ahora habrá gente, pero la ilusión se mantendrá intacta.

-¿Le ha dado muchas vueltas a la expulsión de Getafe?

-Se sufre porque al final, aparte de profesional, soy de aquí, y siento este club como nadie. Que toda esa acción llevase a un cúmulo de cosas como el empate del Getafe me afectó. Si llega a pasar en la segunda jornada no se hubiera dicho nada. Creo que se ha sido injusto conmigo, pero es fútbol profesional y hay que aguantar casi todo. Pero por una jugada puntual se me han dicho demasiadas cosas. Los futbolistas vivimos con una presión muy grande, a veces nos equivocamos, y no pasa nada por reconocerlo.

-¿Recibió muchas críticas?

-Me gusta aislarme, porque hay gente que opina por opinar. Recibí muchas críticas constructivas de personas que entienden de fútbol, que las valoro y las cojo como un aprendizaje más. Fue una jugada puntual, en la que no tenía que haber sido tan intenso en esa acción sabiendo que tenía una tarjeta, pero esto puede pasarle a cualquiera.

-¿Qué objetivo se debe marcar el equipo el próximo año?

-Seguir creciendo, ilusionando a la gente y conseguir la permanencia. No podemos pensar que somos mejores que nadie, porque hay gente nueva que viene a amoldarse al proyecto. El Sporting es un equipo que dentro de unos años podrá optar a cotas altas, pero ahora hay que amarrar la permanencia.

-En el plano personal, ¿qué retos le quedan?

-Soy feliz con lo que he conseguido. Jugar en el equipo de mi ciudad era el objetivo principal que tiene cualquier niño al que le gusta el fútbol. Quiero seguir disfrutando del fútbol, aprendiendo, sumando partidos, y dar algún consejo a los chavales que vayan llegando.

-Uno de los que llegan es Pedro Díaz, ¿estamos ante el nuevo Nacho Cases?

-Espero que sea mejor que yo (sonríe). Es un chico que tendrá que aprender y coger experiencia en los entrenamientos del primer equipo. Pero tiene mucha calidad, y a mí me gustan más esos jugadores que los que son muy físicos y van al choque. Ojalá triunfe y vayamos sacando más chavales de la cantera.

-¿Es necesario que se mantenga la apuesta por Mareo?

-El ejemplo son estos dos años. Había mucha gente de casa, que quizás en otras épocas de su vida futbolística no se creyó tanto en ellos, y al final te demostraron que valen para esto, como es el caso de Jony que ahora va a vivir una experiencia muy bonita y gratificante para él, y espero que le vaya muy bien porque es un gran amigo mío. Cuanta más gente salga de casa supondrá un activo más para el club. Pero es importante ir poco a poco y que jueguen cuando estén preparados.

-¿Qué le parece el desencuentro entre Jony y la directiva sobre los motivos de su marcha?

Es un poco triste por toda la situación que se está dando. Jony tampoco lo está pasando bien, porque seguramente no quería haberse marchado de esta forma.

-¿Con qué momento se queda de todos estos años?

-Con el año que debuté, esa segunda vuelta de la temporada 2010-2011 con un vestuario veterano, con gente como Rivera, Eguren o Iván Hernández. Disfruté y aprendí muchísimo ese año. Me acuerdo mucho de la victoria en el Bernábeu o el gol contra el Hércules el día que debuté en El Molinón.

-¿Le gustaría retirarse en el Sporting?

-No lo sé, el fútbol como la vida, da muchas vueltas y no sé dónde voy a estar mañana porque esto cambia mucho

-¿Ha hecho algún trabajo especial durante el verano para intentar no tener tantos problemas durante la temporada?

-Hice un trabajo específico que me mandó Gerardo Ruiz y la verdad que las sensaciones a unos días de empezar la pretemporada, con respecto al verano pasado, son mucho mejores ahora. El año pasado se me hinchaba la rodilla, me costó más a ponerme a punto, y en determinadas fases de la Liga lo pasé peor. Ahora las sensaciones son mejores.