Llegaron con frío, pero con el día despejado. A las 10.40 horas aparecía el autobús del Sporting en Valgrande-Pajares. Cinco minutos de calentamiento, y a continuación un caminata de 40 minutos, con rampas de ascensión de más del 30 por ciento, para coronar el Cuitu Negru, la zona más alta de la estación invernal. Pero lo peor aún estaba por llegar. Apareció la niebla, la temperaturas bajaron por debajo de los cinco grados, y un fuerte viento acompañó a los jugadores durante los 20 minutos de carrera continua por los senderos de Pajares. "Nunca me había tocado venir con este frío", lamentó Lora en la bajada, de 1.800 a 1.400 metros, del Cuitu al Brañillín. "El clima ha endurecido un poco más la jornada", señaló Gerardo Ruiz, preparador físico.

Las únicas ausencias del entrenamiento, que se alargó durante casi hora y media, fueron Cuéllar, que con una sobrecarga se quedó en Mareo haciendo de trabajo de gimnasio, y Ndi, que continúa recuperándose de su lesión y se espera que pueda estar disponible para el inicio de la temporada. Carlos Castro acabó con molestias el entrenamiento, tras retorcer el tobillo, y tuvo que bajar por prevención en un vehículo en vez de caminando junto a los componentes del cuerpo técnico para acabar la sesión. La plantilla tuvo que salvar desniveles de 400 metros en su entrenamiento. Entre el grupo de cabecera, entre los más rápidos se encontraron Pedro Díaz, Isma López, Canella y Carmona, que llegaron los primeros de las series de carrera continua junto a Mario Cotelo, el delegado del equipo, que hizo de liebre junto al masajista Diego Lobelle.

"Es la primera temporada que me toca conocer aquí el frío", señaló Isma López, que indicó a modo de anécdota que "en la zona de arriba tenía las manos heladas y me ha costado un poco más hacer los ejercicios". Aún así recalcó que "íbamos todos con mucha ilusión y por eso se nos ha hecho menos pesado".

La experiencia en Pajares fue nueva para los cinco fichajes, Burgui, Mariño, Lillo, Víctor Rodríguez y Moi Gómez, y también para alguno de los canteranos. Para los de fuera sorprendió más por el hecho de encontrarse con unas condiciones metereológicas adversas pese a estar en verano. Pero aún así, su adaptación está siendo favorable.

"Es una temporada para afrontar un pequeño cambio y subir un escalón, creo que los refuerzos que están viniendo se están integrando muy bien y son muy buenas personas", comentó Isma López, que se muestra optimista con la circunstancia de que "ahora toca esperar que todos hagamos un gran grupo y vaya bien la temporada".

La salida a Pajares es la primera de la pretemporada de un Sporting que irá mañana al Picu del Sol y que iniciará el lunes una concentración de una semana en la localidad portuguesa de Arcos de Valdevez. Después aún restarán por hacer los duros entrenamientos en la playa de San Lorenzo o por La Providencia. Palizas físicas diseñadas por Gerardo Ruiz para que el equipo adquiera el mejor tono físico posible.