"Me emociono porque es un momento duro". Alberto pasó apuros para contener las lágrimas en su despedida como jugador del Sporting. El barcelonés, que pone fin a tres años en Gijón y se incorporará al Getafe, tuvo palabras de recuerdo para el club y sus excompañeros. "Tengo que dar las gracias a los trabajadores, a los vecinos, a los compañeros, a la afición porque era mi familia, a mi hijo y a mis compañeros, porque muchos de los que no están son íntimos amigos y los que se quedan son grandísimos amigos. En el momento más delicado de la entidad decidieron que fuera uno de los capitanes y hoy mis compaeñeros están en Primera y en una posición económica mejor", subrayó.

Alberto también reivindicó la profesionalidad y el trabajo que le han caracterizado durante su estancia en el club, a pesar de que no llegó a gozar de continuidad en el once ni con Sandoval, ni con Abelardo. "Me voy satisfecho por mi rendimiento y por haber alcanzado objetivos importantes. Vine con el objetivo de subir a Primera y lo conseguí", concluyó el guardameta, al que le restaban dos años de contrato con el conjunto gijonés.