Si detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, la sombra de un exitoso entrenador la forma un cuerpo técnico que le protege, le avala y le asesora. Abelardo es afortunado en el juego, pues cuenta con un staff técnico que se sintoniza con él a la perfección. Abelardo y sus hombres han forjado una relación personal y profesional de lo más profunda.

El técnico sportinguista encuentra en Iñaki Tejada, segundo entrenador, su complemento directo. Tejada y Abelardo son inseparables para bien y para mal. Teajda es su sombra en cada entrenamiento y partido a partido es el que llega donde el entrenador no puede ante la excesiva carga de trabajo. Pero, ante todo, se ha convertido en el sabio al que el gijonés acude en caso de duda.

Gerardo Ruiz, preparador físico, es el encargado de la puesta a punto física de todo aquel que aterriza en Mareo. Probablemente los futbolistas inician su andadura sportinguista con cierto resquemor hacia él, pero al final de la campaña agradecen esa pretemporada que les permite alcanzar el plus físico que, otros, probablemente no tengan y que supone éxitos, como se puso de manifiesto sin ir más allá las dos últimas temporadas, con unos finales sportinguistas de grandísimo rendimiento. Además, es el perfecto maestro de ceremonias de un vestuario. Es el perfecto sintagma verbal: porque es, parece? y está, siempre está.

Isidro Fernández, entrenador de porteros, carga con la tremenda responsabilidad que supone entrenar el vuelo de los guardametas rojiblancos. Una de las posiciones más cuestionadas de alquier once, sin importar el club, provoca que, desde hace años, el portero se ejercite como juega: lejos del resto del equipo. El leonés ha de cumplir doble función: la preparación física y psicológica que requiere un guardameta. Es el complemento indirecto: la acción del verbo, que es el resto del equipo, recae sobre él.

Marco Canal, analista, ha llevado al Sporting la que es, probablemente, una de las últimas figuras que ha incorporado el fútbol español. Se encarga de estudiar y analizar al rival, además de las debilidades y fortalezas de los suyos, para una mejora continua durante la temporada. Su función radica en convertir el análisis en la herramienta idónea para derrotar al rival. Es el complemento circunstancial del Pitu Abelardo: da igual dónde esté, cuándo, cómo, por qué, para qué?

El éxito de este cuerpo técnico no esconde pócimas mágicas, secretos inconfesables o artimañas, simplemente radica en que el staff, como también la plantilla en los últimos años, se ha convertido en una auténtica familia. Y así lo confirma el propio Marco Canal: "Tengo la enorme suerte de estar en un cuerpo técnico que es una familia. Nuestra conexión es total y continua, tanto en los entrenamientos como en las reuniones que tenemos para preparar los vídeos de los rivales, los que les facilitamos a nuestros jugadores. Son muchísimas las horas que pasamos juntos y nuestra conexión es casi inmejorable".

Esta conexión disminuye el riesgo de caídas porque todos viajan en la misma dirección con idéntico propósito. Que el Sporting consiga buenos resultados y satisfaga a sus seguidores. Al fin y al cabo, en el fútbol, la mayoría de profesionales se convierten en una especie de Peter Pan que no quieren dejar de soñar nunca. Eso sí, a veces, esos sueños se convierten en la más auténtica realidad. "Los hombres de Abelardo" están preparados para una nueva batalla, con una fe total y unos valores que nacieron de una cantera con sello propio. Ellos también sufren en Mareo? para disfrutar en El Molinón.