Víctor Rodríguez ofreció ayer sus reflexiones sobre el comienzo de preparación del Sporting. "Ha sido una semana de mucho trabajo. Hemos cargado bien las pilas y hemos conocido la metodología del cuerpo técnico. Ya se empieza a escuchar que hay que sufrir en Mareo para disfrutar en El Molinón", dijo. El catalán, uno de los nuevos fichajes, procedente del Getafe, reconoce que "vengo de entrenar de una manera diferente, más con el balón; ahora me toca adaptarme a esta forma de entrenar y lo estoy consiguiendo gracias a la ayuda de los compañeros". Sin duda, la montaña asturiana es parte protagonista de la pretemporada sportinguista, algo que sufren físicamente los recién llegados: "Tanto la subida a Pajares como la del Picu del Sol fueron muy duras, con mucho trabajo de piernas, pero también de cabeza, pero hay que trabajar duro para luego estar bien en el campo".

Abelardo, ante los recursos de que dispone, está haciendo pruebas con los futbolistas disponibles: "La posición en la que juegue es algo que tiene que decidir el entrenador. Intentaré hacerlo de la mejor manera posible donde me coloque porque creo que tiene suficiente fútbol en la cabeza como para saber dónde puedo explotar más mis virtudes y esconder mis defectos, así que me pongo al servicio del equipo y del entrenador.". Pese a ello confiesa que "en los últimos años he jugado principalmente de mediapunta. Cuando estoy en la banda tiendo a ir hacia dentro, no como el típico extremo que encara y sale por fuera. He venido a aportar lo máximo al equipo desde la posición que sea".

Víctor Rodríguez quiso recalcar el compañerismo del vestuario: "Me habían hablado muy bien de este vestuario, pero ha superado mis expectativas. Esta ha de ser la fuerza base del equipo", afirma el catalán.

El Sporting descansará hoy y mañana se irá a Portugal, en donde estará una semana de concentración.