El orígen de las camisetas de los equipos de fútbol, cuyo "merchandising" desde hace años las convierte en una formidable aportación económica a las arcas de los clubes -de ahí que las equipaciones se cambien prácticamente todas las temporadas-, hay que buscarlo en el Reino Unido, donde el balompié comenzó a ser popular a finales del siglo XIX.

En principio, eran los futbolistas quienes aportaban su ropa de juego y los colores solían representar a las escuelas, asociaciones u otras entidades en cuyo seno habían nacido los equipos. Por ejemplo, el color distintivo del Celtic de Glasgow, fundado en 1887, es el verde, por ser el equipo de los irlandeses (católicos) que emigraron a Escocia, mientras que el Rangers Football Club de Glasgow (de protestantes) luce los colores de la bandera nacional escocesa: azul y blanco.

Una "leyenda urbana" muchas veces repetida sostiene que los colores rojiblancos de la camiseta del Real Sporting se deben a un "copia y pega" de la que lucen desde principios de 1910 los futbolistas que defienden el escudo del Athletic Club de Bilbao. No es cierto.

Igual que Gijón y el Sporting, en el fútbol español coinciden los colores de varias banderas marítimas con camisetas balompédicas: La Coruña-Real Club Deportivo (azul y blanco), Gran Canaria-Unión Deportiva Las Palmas (amarillo y azul), Málaga-Málaga Club de Fútbol (azul y blanco), San Sebastián-Real Sociedad de Fútbol (azul y blanco) y Bilbao-Athletic Club (rojo y blanco). Y en Bilbao, igual que en Gijón, la bandera marítima fue adoptada como la de la ciudad.

Es conocido que los "leones de San Mamés" (con los que el Sporting abrirá la temporada 2016-2017, en El Molinón, el próximo 21 de agosto) vestían de azul y blanco en los comienzos del club y que un jugador y directivo, Juan Elorduy, comisionado a Inglaterra para comprar más camisetas azules y blancas, no pudo, por razones que se desconocen, cumplir el encargo, y antes de embarcarse para Bilbao en Southampton adquirió las camisetas que tenía más a mano: las del Southampton Football Club, a rayas rojas y blancas (con el pantalón de color negro).

La historia de las banderas marítimas españolas comenzó el 30 de julio de 1845, cuando el gallego Ramón Lorenzo Romay y Jiménez de Cisneros (1764-1849), entonces director general de la Armada, rubricó una Real Orden mediante la cual se disponía que los buques mercantes de las distintas zonas marítimas españolas luciesen las denominadas "contraseñas de matrícula", junto con la bandera nacional, en un lugar bien visible de la arboladura.

En el caso de Asturias, cuya capital marítima era y lo sigue siendo Gijón, se le asignaron dos colores para su "contraseña de matrícula": el rojo y el blanco, de los cuatro comprendidos en la citada Real Orden: rojo, azul, amarillo y blanco. De esta forma se adoptó una bandera de forma rectangular de color blanco con un ribete rojo en sus cuatro lados y de un ancho equivalente a un quinto del de la bandera. En Málaga se eligió el mismo diseño, pero con el ribete de color azul.

Pasados los años la Corporación Municipal gijonesa decidió adoptar la contraseña de matrícula de la provincia marítima de Asturias como bandera de la villa, añadiéndose posteriormente el escudo de armas que luce en el centro (con Don Pelayo).

En cuanto a los pantalones del Sporting, en un principio blancos, bien pronto fueron "azules mahón", aunque se desconoce el motivo exacto. Se puede conjeturar que, como en las primeras décadas del siglo XX el "azul mahón" era muy utilizado en las prendas de trabajo por obreros, campesinos y pescadores, en una ciudad-taller, como era Gijón entonces, también la tela más fácil y barata de adquirir.

Y las medias fueron negras desde los primeros años del club gijonés, como en otros del fútbol español. Eran las que más había en el mercado. Los futbolistas del Sporting también las usaron rojiblancas a principios de los años cincuenta, pero para volver pronto a las negras con vuelta rojiblanca. Luego las gastaron rojas y desde hace varios años son azules.