El gran protagonista del encuentro de mañana entre Sporting y Leganés es Miguel Ángel Guerrero. Ha cambiado de bando, pero se espera que El Molinón de una cariñosa bienvenida a uno de los héroes del ascenso. El delantero toledano será una de las grandes amenazas pepineras en su vuelta a la que fue su casa durante los últimos cinco años. Con la camiseta rojiblanca logró gestas colectivas, como el ascenso o la inesperada permanencia de la temporada pasada, pero también individuales. Nadie en Gijón olvida aquellos cuatro goles al Oviedo cuando aún militaba en el filial. Un dato curioso es que Guerrero marcó uno de los dos goles que dieron la victoria (2-1) al Sporting en la última visita del Leganés a El Molinón.

Tras terminar contrato con el Sporting, Nico Rodríguez y Abelardo decidieron que el ciclo de Guerrero como rojiblanco había concluido. El Pitu quería mejorar la delantera y, a pesar de la marcha de Sanabria, prefirió traer dos atacantes nuevos y mantener la confianza en Carlos Castro. Guerrero quedó en el mercado y encontró acomodo en un recién ascendido como el Leganés, un club cuya idiosincrasia se ajusta como un guante al espíritu de lucha del toledano.

Sin embargo, su entrenador, Asier Garitano no garantiza, ni mucho menos, que Guerrero vaya a ser titular en el encuentro de mañana. El técnico parece preocupado porque la fuerte carga emotiva de este encuentro afecte al rendimiento del futbolista. "Me da igual que haya estado allí tres años, cinco u ocho. Si creo que tiene que jugar jugará. No porque esté más motivado o tenga más o menos amigos, me da igual. Nos preparamos para competir, para estar más cerca de ganar. Si él entra en todo eso podrá jugar y si decido que tiene que jugar otro, lo cambiaremos", señala. Garitano valora que "ha pasado allí años. Creo que además es un jugador muy querido allí y la primera vez en volver a Gijón en Primera será especial para él, bonito. Pero no vamos allí a hacer amigos. Espero que si tiene la oportunidad de poder jugar, compita muy fuerte".