El sportinguismo convirtió la visita del Leganés en algo más que una fiesta por el gran inicio de temporada de los rojiblancos. La afición protagonizó ayer dos de esos gestos que resumen y ensalzan los valores de un club. El primero, recordando la figura de José Trabanco Trabanco, socio número uno del conjunto gijonés, fallecido recientemente. El otro, distinguiendo a Guerrero con una cerrada ovación en su regreso a El Molinón, ahora como futbolista rival, convirtiéndole en el embajador del cariño que se mantiene a ese Sporting ya desaparecido, pero que hizo realidad el sueño del ascenso y la permanencia.

"Eternamente sportinguista", rezaba la pancarta colocada en el fondo joven, junto a un dibujo del rostro de José Trabanco, en homenaje al que fuera, hasta hace unos días, el socio más antiguo del club. La peña Ultra Boys incluso retrasó su entrada hasta que se completase el minuto de silencio por él. Una señal de duelo que también estuvo dedicada a Keko Escalada, extécnico del Lenense y gran aficionado rojiblanco. El campo registró una gran entrada (22.682 espectadores) y en el mediodía de un soleado domingo le ganó la batalla a la playa.

El club también sumarse a los detalles de la jornada. El Sporting homenajeó a algunos de los asturianos presentes en los Juegos de Río. Los que estuvieron, como Gerardo Menéndez, Javi Hernánz o Berta García, entre otros, y los que estarán, como Alberto Suárez Laso, que hoy mismo parte para Brasil. Fue el día de los reconocimientos, a quienes han mostrado la fidelidad a los colores, a quienes comparten los valores del deporte, y a quienes, como con Guerrero, muestran como El Molinón mantiene bien fresca su memoria.