Acababa de estrenarse el mes de noviembre del año pasado cuando el sportinguismo se quedó frío al enterarse de las consecuencias de aquella mano que Sergio Álvarez (Avilés, 23-1-1992) se echó al hombro izquierdo en el Vicente Calderón. El rojiblanco sufrió una de las lesiones más importantes de su carrera en el campo del Atlético (luxación acromio-clavicular). Su ausencia abrió una de las peores rachas de resultados del equipo, con una victoria y seis derrotas en las siguientes siete jornadas ligueras. Mañana volverá al mismo escenario sin miedo al pasado y confiado por el paso adelante dado por el equipo en lo futbolístico, mientras se espera por la firma de su renovación de contrato .
-Vuelve al Vicente Calderón.
-Estoy con ganas de jugar en un campo tan bonito. Tengo la espinita clavada de que, el año pasado, por la lesión tan temprana, no pude disfrutar nada del partido. Está claro que nos enfrentamos a uno de los mejores equipos de la Liga. Vamos a intentar sacar algo positivo desde la humildad.
-¿Existen reservas por jugar en un campo donde se lesionó para tres meses o tiene algún tipo de superstición?
-No. No soy muy supersticioso, no tengo ningún miedo en ese aspecto. Todo lo contrario. Voy con más ganas todavía de jugar por ser un partido ante uno de los grandes de la Liga española, en un gran estadio y ante una gran afición.
-Aquella lesión fue de las más importantes que ha sufrido.
-Hubo otra en el filial, en la que rompí cúbito y radio. ¡Gracias a Dios han sido todas de cintura para arriba! Con un poco de chapa y pintura, arreglado (se ríe).
-¿Aportan algún valor añadido este tipo de percances?
-Ya que vas a estar parado, uno intenta aprovechar para mejorar en otras facetas. Mentalmente es un respiro, porque estar jugando continuamente desgasta también en esa faceta. El año del ascenso a Primera, que jugué prácticamente todo, acabé la temporada mucho más cansado en este apartado. En cambio, el año pasado, con esos dos meses que finalmente estuve parado, llegué al final de Liga más fresco de ideas, además de en lo físico.
-Una lesión le impidió completar la pretemporada ¿cree que notará esa inactividad en una fase tan significativa?
-Estar tres semanas parado cuando estás intentando coger el ritmo es algo difícil en cuanto a lo físico, pero he tenido la suerte de entrar en el once desde el principio. Competir te ayuda a que el cuerpo se acostumbre más rápido. En líneas generales, mi sensación es muy buena, pero no sé si al final de temporada lo pagaré.
-Abelardo hablaba este verano de la llegada de un pivote como algo necesario para no cargarle de partidos.
-Tenemos una plantilla muy completa, con dos jugadores por posición. En el centro del campo tengo a tres grandísimos jugadores y compañeros como Nacho Cases, Rachid y Xavi Torres. Es bonita la competencia. Ayudará al equipo.
-¿Se disfruta más en el campo con la propuesta futbolística vista, en el primera parte, ante el Leganés?
-Es cierto que el juego de este Sporting puede ser diferente al del año pasado. Disfruto con el balón, pero la pasada temporada también disfrutaba de esas transiciones tan rápidas, e incluso, defensivamente, disfrutaba con el esfuerzo. Lo importante es que el grupo esté a gusto y que vayas creciendo, semana a semana.
-¿En lo defensivo, esta propuesta exige menos a un futbolista de sus características?
-Cuanto más tienes el balón, trabajas menos en lo defensivo. Habrá partidos en los que tendrás más la posesión, pero lo bueno de este equipo es que se adapta bastante bien a cualquier situación. Si hay que correr, la gente es solidaria. Si tenemos el balón, todos se ofrecen. Eso es lo que te hace fuerte al final.
-¿Este año el Sporting va camino de tener más el balón y correr menos?
-Es lo que queremos todos, mejorar el juego. Habrá partidos que nos salga mejor o que las características del rival nos permitan hacerlo, y otros en lo que tendremos que ser más directos.
-¿Qué tocará hacer ante el Atlético?
-Va a estar difícil tener tanta posesión como el otro día. Tenemos que evitar pérdidas en nuestro campo, porque ellos arriba tienen transiciones muy rápidas. Creo que habrá que hacer un fútbol más directo e intentar jugar lo máximo posible en su campo.
-Tendrá enfrente a Gabi, Koke, Saúl Ñíguez?
-Son tres grandísimos centrocampistas. Tuve la suerte de coincidir con Koke en las categorías inferiores de la selección española, y a Saúl me enfrenté jugando con el Sporting B y él en el filial del Atlético. Me motiva medirme a este tipo de futbolistas, tomarles la medida.
-Ustedes marchan por delante, son terceros.
-Es una satisfacción y creo que los siete puntos que llevamos son más que merecidos. Cuantos más puntos acumulemos pronto, mejor para alcanzar el objetivo lo más rápido posible.
-¿Este inicio da argumentos para creer en que no se pasarán apuros para la salvación?
-Hay que tener los pies en el suelo, porque la Primera División es muy complicada. El año pasado pasamos rachas sin sumar muchos puntos, así que tampoco te puedes venir arriba. Hay que tener paciencia, trabajar y creer en el equipo para no sufrir la tensión de la pasada campaña.
-¿Qué botín sería bueno en partidos tan difíciles como los tres siguientes, ante Atlético, Celta y Barça?
-No podemos fijar ninguna puntuación. Una vez que estás en el partido, igual te ves fuerte para ir a la victoria, o asumes que debes ser conservador. Cada jornada te va pidiendo unas cosas u otras. Está claro que, fuera de casa, cualquier cosa que sea sumar está genial. Con el Barça, en El Molinón, quizá sea complicado, pero en casa queremos demostrar que podemos competir ante cualquiera.
-¿Hay poco que perder y mucho que ganar?
-Exacto. Si tuviéramos pocos puntos quizá jugaríamos con más nerviosismo, o cierta presión. Vamos un poco más holgados ahora, aunque sabemos que todos los partidos valen lo mismo. Iremos a por todas.
-El Barça ha caído con el Alavés, el Atlético no pudo con el Leganés? ¿Espera una Liga más competida?
-Todos los equipos han fichado bien y parece que cualquiera es capaz de plantar cara. También es cierto que a los grandes les suele costar carburar más al principio, porque sus pretemporadas son diferentes. Al final todos estarán arriba, aunque el fútbol sea caprichoso y guarde alguna sorpresa. Lo que está claro es que no puedes bajar el pistón.
