Más de una hora de charla para analizar los males del equipo. Abelardo hizo el diagnóstico, como corresponde, y los futbolistas asintieron. La charla del técnico es el primer paso para que el Sporting cierra la crisis de juego y de resultados en la que se encuentra inmerso y que le ha llevado a perder los cuatro últimos partidos de forma consecutiva. El Sporting ha dejado atrás su prometedor inicio de temporada, coincidiendo con una fase muy exigente del calendario. La imagen del equipo se ha resentido especialmente lejos de El Molinón, donde el Sporting se ha mostrado más fuerte. En particular, las críticas se centran en la escasa producción ofensiva.

Tras la jornada de descanso del domingo, el Sporting volvía ayer al trabajo en Mareo en una sesión abierta al público cuyo inicio estaba previsto para las diez y media de la mañana. Los jugadores no se dejaron ver sobre el césped del campo número 2 hasta el mediodía. El motivo fue una charla mantenida por el entrenador con sus futbolistas. Una abelardina destinada a concienciar a la plantilla de la necesidad de enderezar el rumbo y regresar a la senda de la victoria. La tensión en Mareo es evidente y los nervios de algunos están a flor de piel.

El Sporting comenzó ayer a preparar el próximo compromiso ante el Valencia en un duelo de urgencias. El conjunto Che ocupa una de las posiciones de descenso y el equipo que caiga derrotado quedará seriamente tocado. La de ayer fue una sesión suave, con trabajo regenerativo para los futbolistas que disputaron más minutos en Riazor y más intensa para el resto.

El Sporting llega al segundo parón liguero en una situación muy diferente a la del primero, al que llegó con cuatro puntos en dos partidos y en una posición acomodada en la clasificación. En esta ocasión, los rojiblancos tendrán que rumiar durante dos semanas su mala racha. Más allá de los resultados, muchos de los cuales entran dentro de lo asumible, lo que más se ha dañado es la imagen del equipo. Desde que Abelardo dio el salto desde el filial, el Sporting siempre había sido un equipo competitivo, al que no era sencillo derrotar. También era conocido por su capacidad para terminar los partidos en el campo rival, mientras que ahora ha terminado con apuros la mayoría de los encuentros, incluso los dos en los que ha logrado la victoria.

Es cierto que la remodelación del equipo ha sido profunda y que, con trece fichajes, hace falta un tiempo de acoplamiento.