El Sporting B quiere volver al trono y recuperar el liderato en el grupo asturiano de Tercera División. Los rojiblancos cedieron su posición de privilegio tras la derrota de la semana pasada en Ganzábal ante un Langreo que fue capaz de recuperar una desventaja de dos goles en un exceso de confianza de los guajes de José Alberto. La jornada parece propicia. El Sporting B recibe en Mareo al Atlético Lugones y los rojiblancos intentarán mantener el pleno de puntos como locales, en un feudo en el que se mostrando intratables y sacando adelante los partidos con mucha autoridad. Su gran rival, el Avilés, ha vivido una semana convulsa por los impagos a los futbolistas y además afrontan un partido complicado al visitar al Covadonga.

José Alberto López hace una lectura positiva de la derrota en Ganzábal, que considera una lección que sus chavales están obligados a aprender. Mejor ahora, que al final de la temporada. Para este envite, el técnico recupera a Juan Rodríguez tras su meritoria presentación en Granada con el primer equipo. El central gallego es un refuerzo de primer orden para el filial, que tendrá la baja por lesión del también central Víctor Ruiz. El preparador tiene dónde escoger en su amplia plantilla, pero no se esperan demasiadas sorpresas.

Por el momento, el filial no se descentra pensando en el Zamora. El objetivo es claro y la prioridad absoluta es conseguir el ascenso y devolver al Sporting B a la categoría de bronce del fútbol español. José Alberto aún no se ha preocupado de analizar al rival de la Copa Federación, aunque no esconde que es una competición bonita.

La alineación más probable de los rojiblancos sería la formada por Dani Martín; Cifre, Juan Rodríguez, Pelayo Suárez, Ramón; Pedro Díaz, Cristian Salvador; Cris Montes, Pablo Fernández, Jaime Santos y Claudio. No obstante, hay tanta igualdad entre los futbolistas que el técnico tiene donde elegir. Sin ir más lejos, en el último encuentro en Mareo el portero fue Javi Benítez. También los tres delanteros han ido repartiéndose los minutos con lo que Rubén tendría opciones de jugar. Las bandas también están bien cubiertas, con futbolistas como Álvaro, Isma Cerro o Cayarga que entran y salen de la alineación inicial.

El objetivo del filial pasa por dejar olvidar la derrota de Langreo, pero recordar la lección aprendida. La Tercera es una categoría dura, en la que no valen los excesos de confianza. El filial está capacitado para aspirar a todo, pero hay que trabajárselo.