La idea, el asunto, la cuestión, es aprovechar la inercia. El Sporting encontró ante el Sevilla un camino que satisfizo a sus seguidores, ofreció la mejor imagen de la temporada en el primer tiempo y le plantó cara al cuadro andaluz más poderoso de los últimos años. El reto ahora es que ese impulso alcance a La Rosaleda, donde los rojiblancos buscan su primera victoria a domicilio de la temporada ante un rival con buenos argumentos, pero limitados por algunas bajas significativas. Es el momento de despegar, de marcar distancia con los puestos bajos de la clasificación y de quemar la tierra a la espalda.

No es una empresa sencilla. El Málaga de Juande Ramos se ha mostrado fuerte en casa, donde sólo ha cedido un empate y una derrota en cinco encuentros. Nada que intimide a un Sporting que se crece ante los montes más altos y a veces sufre en las pendientes favorables. Abelardo siempre esconde alguna sorpresa. La primera la dio ayer, cuando sacó a Burgui de la convocatoria por decisión técnica. Vuelve a la citación Víctor Rodríguez, aunque parece que tendrá que esperar su momento en el banquillo. Ante el Sevilla se quedó fuera por lesión y en Los Cármenes ya fue suplente.

El hombre del día es Jony, añorado en Gijón y con dificultades para brillar en la costa del sol. Juande Ramos le ha buscado acomodo en la banda derecha, donde gana filo con la diagonal como el camino más recto a portería. Jony, que se fue de Gijón por decisión propia, se medirá a Canella e Isma López ambos rehabilitados por Abelardo tras el descarte inicial. No será fácil desactivar al cohete de Cangas del Narcea.

El Sporting tiene varias asignaturas pendientes que espera sacar adelante en la reválida de La Rosaleda. La primera pasa por ganar el primer partido a domicilio de la temporada. Para lograrlo, el Sporting tendría que superar otra materia que se le está resistiendo, como es la de mejorar sus prestaciones ofensivas. En el primer tiempo ante el Sevilla, el equipo llegó mucho y bien, pero no consiguió embocar salvo la preciosa y precisa volea de Moi Gómez.

El Málaga es el caso contrario. Los andaluces reciben al Sporting con muchas dudas, con seis bajas y con fisuras defensivas que le vuelven vulnerable. Y eso que Juande Ramos recibió con alivio el indulto al Chory Castro y la recuperación de Miguel Torres.

Lo temible del conjunto andaluz es su velocidad para salir a la contra. El Sporting no debe dejarlos correr. Por eso Abelardo ha insistido a sus futbolistas para que minimicen las pérdidas de balón y acaben sus acciones de ataque. El aspecto psicológico jugará un papel importante. El Sporting intentará ahondar en las dudas defensivas de su rival. Los atacantes rojiblancos apretarán para medir el temple del joven Míkel Villanueva y los errores no forzados de Koné.

El Sporting quiere reafirmar la reacción que esbozó en los dos últimos partidos, en los que recuperó la firmeza defensiva, y quiere dar un paso más. Los rojiblancos necesitan volver a sumar tres puntos, algo que no consiguen desde la tercera jornada. El Málaga puede ser un buen termómetros para medir la reacción rojiblanca. Queda mucha liga por jugar, pero el Sporting espera que llegue pronto el tiempo de la reacción. La primera reválida será en La Rosaleda.