El nuevo Sporting genera debate. No es fácil ir después del Sporting de los guajes, quizá el equipo que logró una mayor identificación con el sportinguismo. La marcha de algunos jugadores muy queridos por la grada y la profunda remodelación experimentada en un vestuario al que llegaron trece caras nuevas, provocaron los recelos de la afición rojiblanca por más que Abelardo y otros estamentos del club insistieran en que la plantilla había dado un salto de calidad. El buen inicio de liga del Sporting apaciguó los ánimos y concedió un poco de crédito a los recién llegados, que suponen una mayoría en la primera plantilla. Como era de esperar, la mala racha actual de resultados, con ocho partidos sin ganar, ha reabierto la herida. El rendimiento de los fichajes se somete a un escrutinio diario bajo la lupa del microscopio. También se somete a censura la labor del director deportivo, Nico Rodríguez, y del propio Abelardo, que dio el visto bueno a las incorporaciones.
A simple vista, la sensación es la de que el técnico tiene más dónde elegir que la temporada anterior. Más fondo de armario como le gusta decir al Pitu. Las dudas surgen a la hora de comparar los teóricos equipos titulares. Jony, Sanabria, Luis Hernández y Bernardo han dejado un vacío difícil de llenar. De las trece caras nuevas que han llegado al equipo y que suponen una mayoría cualificada en el vestuario, hay siete futbolistas que han tenido una participación más destacada. El caso más llamativo es el de Lillo el jugador con más minutos de la plantilla, por detrás de Cuéllar, que lo ha jugado todo. Cop, otro de los fijos, es el máximo goleador rojiblanco con cuatro dianas, aunque sólo una llegó en jugada. Amorebieta, el rey de las amonestaciones, también ha jugado siempre que ha estado disponible. Uno de los fichajes mejor valorado es el de Moi Gómez, futbolista de buenas prestaciones que dado un gran nivel y que destaca en una faceta sorprendente al haber recuperado 63 balones. A Borja Viguera le costó arrancar, pero en los últimos partidos ha justificado su fichaje. El caso contrario es el de Víctor Rodríguez un futbolista que arrancó con fuerza, pero cuyo rendimiento ha decaído. Burgui es otro de los habituales, aunque la falta de constancia en su rendimiento va camino de costarle la titularidad.
El resto son futbolistas por descubrir. Por distintos motivos, no han encontrado la continuidad que buscaban y su rendimiento ha estado condicionado por esa falta de oportunidades. Quizá también, cuando podido mostrar sus cualidades, se han quedado cortos.
A la vista del primer tercio de competición, han surgido las dudas sobre la confección de una plantilla que es manifiestamente corta en algunas demarcaciones y sobrecargada de forma incomprensible en otras. La llegada del tercer portero Whalley o del tercer lateral derecho Douglas siguen siendo una incógnita que no se ha despejado en estos once partidos. En cambio, parece evidente la necesidad de reforzar el centro de la defensa o el centro del campo.
El mercado de invierno ya asoma a la vuelta de la esquina y todo apunta a que habrá movimientos de entrada y salida.
