El Sporting se encomienda al efecto del cambio táctico realizado en el Bernabeu para poner fin a las diez jornadas de Liga que encadena sin conocer la victoria. La llegada de Osasuna a El Molinón exige una reacción que los rojiblancos quieren apoyar en la línea de cinco defensas que caracteriza el tercer sistema utilizado durante la presente temporada. Los dos anteriores han terminado cuestionados, a pesar de que siete de los nueve puntos sumados por los gijoneses han llegado a través del 4-2-3-1, el esquema en el que se apoyó la permanencia. No fue suficiente, sin embargo, para que en Copa del Rey el equipo evitara una nueva derrota que ha enrarecido el ambiente antes de la "final" del domingo.

Abelardo aspira a encontrar en la línea de cinco defensas la solidez que se ha resistido en este primer tercio de competición. La idea el técnico rojiblanco parece encaminada a dar continuidad a, prácticamente, el mismo once que tuteó al líder. El objetivo no es otro que el de ganar a Osasuna, salir de los puestos de descenso y poner freno a una crisis que se está llevando por delante el gran trabajo realizado por el Pitu y sus futbolistas durante las últimas dos campañas.

El Sporting no encuentra solución a una fragilidad defensiva que ha condicionado al equipo durante las últimas diez jornadas. La fiabilidad del sistema táctico que el año pasado marcó el camino hacia la permanencia no ha tenido esta campaña la continuidad esperada. Y no porque Abelardo dejara de confiar en ese dibujo, que fue el primero en utilizar. Con el 4-2-3-1 se ganó al Athletic, se empató en Vitoria y se ganó al Leganés. A partir de ahí, la goleada recibida en el Calderón se convirtió en una grieta que abrió las dudas y puso en debate el estilo a adoptar.

La alternativa de utilizar un 4-4-2 es la que, por ahora, ha estado menos refrendada con resultados. Dos empates, ante Granda y Sevilla, forman parte de este balance. El choque ante los hispalenses, sin embargo, fue uno de los más completos de la temporada y animó a confiar en que el equipo había encontrado el camino hacia la victoria. Un triunfo que continuó sin llegar.

Abelardo no basa su filosofía en vivir encorsetado en un único dibujo táctico y ya ha dejado claro que valora las características del rival para definirse por una u otra propuesta. Lo cierto es que el técnico confiaba en que, tanto el 4-2-3-1, como el 4-4-2, ejercieran como las principales pautas a lo largo de la Liga. Así lo trabajó durante la pretemporada. La crisis de resultados le ha llevado a idear un tercer camino por el que el Sporting espera transitar hacia una calma deportiva que permita acabar de explotar los mimbres de la plantilla.