El himno sonando por la megafonía del estadio, los jugadores del Sporting de Gijón y del Betis formados en el campo y banderas rojiblancas cubriendo la grada. Enrique Castro "Quini", como hizo tantas veces, saltó ayer al césped para poner el balón en juego en El Molinón. La única diferencia con las ocasiones anteriores es que ahora la pelota tenía el tamaño de una canica, la estatura media de futbolistas y aficionados no superaba los 7,5 centímetros y el río más próximo era el Nalón en lugar del Piles.

El Brujo fue el encargado de realizar el saque de honor en el "Playumobil", una réplica del estadio de El Molinón elaborada con piezas y muñecos de Playmobil en la que no falta detalles y que es el elemento estrella de la muestra "Megaconstrucciones", que se exhibe en el centro de encuentros y creatividad de El Trabanquín, en El Entrego. Como buen goleador, Quini buscó la portería al realizar el saque. El reducido tamaño de la portería hizo que el gol se resistiese en los primeros intentos, pero finalmente el Brujo marcó.

Pese a que los hinchas son de juguete, en las gradas se respiraba un ambiente de felicidad similar al que dejó la victoria ante Osasuna del pasado domingo. "Era lo que estábamos deseando todos, los tres puntos. El caso era ganar para que la gente coja un poco más de confianza y que en los próximos partidos estemos más tranquilos para salir de la zona baja", reflexionó el exdelantero y actual relaciones externas del Sporting, a la hora de analizar el choque ante los navarros: "Cuando llevas muchos partidos sin ganar entra una preocupación en el equipo. Una victoria lo calma todo y te hace sentirte más fuerte; a partir de ahora el equipo va a ser otro".

El Brujo hizo honor a su apodo lanzando un vaticinio sobre el rumbo que seguirá la temporada. "La permanencia será complicada, para nosotros y para otros seis o siete equipos que vamos a estar ahí. Apuros se van a pasar, pero tengo seguro que vamos a quedarnos en Primera otra vez este año". Y añadió: "El Playumobil será de Primera por muchos años. Eso no se puede dudar". Quini también se refirió a la situación de Abelardo y a los tensos momentos vividos en sala de prensa. "Son cosas que suceden en el fútbol, pero yo lo veo con una ilusión grande y con mucha fuerza. Ojalá el Pitu nos dure muchos años".

El propio Quini puso su grano de arena para levantar el "Playumobil". "Es un trabajo de chinos. Si veis alguna grada torcida es la mía. Me dejaron un serrucho y casi acabo con El Molinón", apostilló con humor.