Lillo se reincorporó ayer a los entrenamientos tras el choque que sufrió con Inui, jugador del Eibar, el pasado domingo y que obligó a que tuviera que recibir cinco puntos de sutura por un corte en la ceja. Las consecuencias de este golpe son todavía visibles en el rostro del alicantino, que está a disposición para jugar el domingo ante el Betis. Rubi no pudo contar, en su primer entrenamiento como técnico del Sporting, con Meré y Douglas. El canterano, con una contractura, continúa ejercitándose al margen, junto al fisioterapeuta César Castaño. Los servicios médicos del club rojiblanco no le dan por descartado, oficialmente, para el domingo, aunque su presencia se ve muy complicada. El que seguro que no disputará la próxima jornada es Douglas, que se ha desplazado a Barcelona para ser examinado de sus molestias en la rodilla derecha.

Las previsibles bajas de Meré y Douglas para la visita al Betis no serán las únicas con las que contará Rubi de cara al encuentro que abrirá su etapa como entrenador del Sporting. Sergio Álvarez amplía la nómina de ausencias, ya que el avilesino vio la quinta amarilla la pasada jornada, en el enfrentamiento ante el Eibar, por lo que deberá cumplir sanción. El Sporting está pendiente ahora de la vuelta de Douglas desde Barcelona para conocer el alcance de su lesión y el plazo que necesitará para recuperarse. El brasileño se desplazó a la Ciudad Condal para ser evaluado por los servicios médicos del club azulgrana, que le ha cedido esta campaña al conjunto rojiblanco. Douglas solicitó el cambio el pasado domingo a consecuencia de un golpe y una torcedura le ocasionaron la inflamación de su rodilla derecha.

Los jugadores del Sporting completaron la primera jornada de entrenamientos a las órdenes de Rubi conscientes de la necesidad de dar un vuelco a la situación este domingo, en el Benito Villamarín. Hace un año que el conjunto gijonés no gana como visitante.