A pesar de su impresionante estampa de futbolista, a Mikel Vesga no se le quita el susto de su cara aún aniñada. "Creo que nunca he dado toques delante de tanta gente", bromea durante su puesta de largo como rojiblanco ante la expectación de la multitud de cámaras que registran sus acrobacias y le piden posturas imposibles. No hay público. Hace unos minutos que terminó un entrenamiento previsto a puerta cerrada y los pocos espectadores que acudieron a Mareo ya se han recogido. Vesga vio el tramo final de la sesión desde una de las bandas. La valla protectora no disimulaba sus ganas de saltar al césped.

"Sé cuál la situación del Sporting, pero considero que queda mucha Liga por delante, que queda mucho por jugar", explica cuando se mide el peso de la responsabilidad de llegar a un club que pelea por la salvación. Como buen centrocampista, no se esconde y pide la pelota en los momentos difíciles: "Creo que personalmente estoy capacitado para dar este paso y considero que puedo aportar cosas al equipo". Y aún va más allá cuando asegura que "estoy aquí porque pienso que puedo crecer, que voy a estar muy bien que voy a aportar cosas al equipo".

El de ayer fue un día intenso para Mikel Vesga (Vitoria, 23 años). El primero que amaneció en Gijón. Vesga superó el reconocimiento médico y acudió a Mareo para su presentación oficial en la que explicó cómo le surgió la opción de venir cedido al Sporting: "El Athletic me comunica a principio de semana que había un interés y la posibilidad de venir aquí y para mí creo que es una buena oportunidad porque necesito jugar y quizá un cambio de aires me venga bien". Con toda naturalidad, explica qué le hace buscar minutos fuera de San Mamés. "En diciembre estaba entrando más en el equipo, pero tenía compañeros muy buenos en mi posición, la competencia era muy dura y era difícil jugar", reconoce. El Sporting ya lo intentó en verano, pero entonces no quiso salir y Valverde tampoco fue muy partidario de dejarlo. La situación ha cambiado ahora y "qué mejor club que el Sporting, que se interesó bastante en mí".

La casualidad quiso que debutase en el primer equipo del Athletic y en Primera División en El Molinón. Ahora no podrá volver a San Mamés como visitante por la llamada cláusula del miedo incluida en la cesión. Su debut se producirá ante el Alavés, equipo en el que se formó. "Debutar en Primera siempre es importante y más hacerlo en un campo como El Molinón, en el que no había estado nunca y que me impactó", confiesa.

Antes de dar el paso de recalar en el Sporting pidió informes a su compañero Borja Viguera, aunque cuenta con sus propias fuentes: "Es un club que siempre me ha agradado, tengo gente conocida en Gijón y sé que el público apoya siempre al equipo y que el Sporting es importante para la gente, le tengo un cariño especial". Vesga se define como "un jugador de recorrido".