Joan Francesc Ferrer, Rubi, no pudo estrenarse con victoria en su primer encuentro como entrenador del Sporting en El Molinón. "Ha sido un partido terriblemente extraño. Especialmente en las áreas", confesó el catalán, molesto con los dos penaltis señalados en contra del cuadro gijonés, tras caer ante el Alavés por 2-4. "Hemos recibido un mazado detrás de otro", comentó el técnico rojbilanco, en alusión a que el equipo siempre fue por detrás en el marcador y no llegó a poder dar sensación de conseguir la remontada. "El equipo ha salido bien en las dos partes, mejor en la segunda que en la primera, pero el gol nos ha reventado. Tenemos que seguir intentándolo y no tirar veinte minutos de la primera parte", subrayó.

Rubi reconoció que esta derrota supone un paso atrás en las aspiraciones de salir de los puestos de descenso y reconoció que varios de los goles, además de los penaltis, eran evitables. Lo hizo en referencia a una endeblez defensiva que el equipo no acaba de corregir. "Ahora hay que ir a ganar a Leganés. Nos tenemos que poner a un partido de ellos, así se lo he transmitido a los chicos. Si es así siempre hay opciones", concluyó.