Ganar al Leganés no garantiza la permanencia, pero mete de lleno al Sporting en la pelea por la salvación. Una derrota dejaría a los rojiblancos en una situación más que precaria. Es evidente que el Sporting está ante su partido del año. Los modestos también juegan finales como reza el cartel anunciador del choque en Leganés. Pero los pepineros encaran este encuentro con mucha menos presión que los rojiblancos y hasta podrían hacer una lectura positiva en caso de empate. Para el Sporting está meridianamente claro que el último tren para en Butarque.

No es mala plaza para los rojiblancos que sólo han perdido en una de sus siete visitas a Butarque en partido oficial. Todas ellas en Segunda División. La única derrota se produjo en la temporada 1999-2000. Los seis encuentros restantes se saldaron con victoria rojiblanca, incluido el último precedente en la temporada del ascenso. El Leganés era entonces un equipo inexpugnable en su campo, pero el Sporting logró la victoria por la mínima en un mal encuentro gracias a un gol en propia puerta de Fernando Velasco al defender un córner. El domingo, en Butarque se verán las caras el peor visitante (junto con el Granada) con 3 puntos y el segundo peor local (por delante de Osasuna) con 7 puntos. El Leganés sólo ha logrado una victoria en su campo en este curso. Lo hizo ante el colista Osasuna (2-0).

El Sporting volvió en la tarde de ayer a los entrenamientos con una sesión vespertina de puertas abiertas en Mareo. La gran novedad fue la presencia del brasileño Douglas, quien hizo una parte de la sesión en solitario pero participó en la mayoría del trabajo con el grupo. Incluso en el tramo final del choque se le vio actuando como comodín en los tres partidillos a campo reducido que dieron término a la sesión. Douglas puede ser un refuerzo de primer nivel para la idea de fútbol que tiene Rubi.

No obstante, el brasileño se mantiene aún como duda y habrá que esperar a ver cómo evoluciona su rodilla a lo largo de la semana. Quien está completamente descartado es el central Babin, con una rotura de fibras importante.

El vestuario cierra filas con la mirada clavada en el decisivo partido del domingo en Leganés. Los futbolistas lanzan un mensaje de confianza y se muestran convencidos de su capacidad para lograr la victoria ante un rival directo. También coinciden en que un triunfo supondría un punto total de inflexión.