Como lleva haciendo años en cada desplazamiento, Fernando Fueyo, capellán del Sporting, acudió a Mareo para despedir al autocar rojiblanco, animar a los expedicionarios y bendecir un viaje vital para la suerte del equipo. Como es habitual, Fueyo se situó junto al autocar y fue saludando a todos los que quisieron trasladarle su cariño, ayer más que nunca, y que fueron la inmensa mayoría. Fueyo se mostró tan cariñoso como siempre. El "pater" saludo afectuosamente al cuerpo técnico de Rubi, a los que deseó la mejor de las suertes, pero se quedó con las ganas de saludar al técnico. Rubi fue el primer en subir al autocar nada más abrirse las puertas, muchos minutos antes de que empezaran a montar los futbolistas. Tanto madrugó el técnico que no lo vio Fueyo ni tampoco los medios de comunicación que esperaban para captar la instantánea del saludo. Uno de los que más tiempo dedicó a conversar con el capellán fue el Brujo. Cura y entrenador tienen pendiente una charla sin cámaras de por medio.