Todo empezó en 1966. Un año difícil para atraer nuevos socios al club. El Sporting atravesaba un momento delicado, que empezaba a enderezarse bajo la mano sabia de Víctor Manuel Felgueroso, presidente del club, que entonces aún era un club. El banquillo lo ocupaba Román Galarraga y la alineación incluía ya algunos nombres históricos. Una amplia representación de aquella plantilla se personó hoy en un conocido restaurante de Somió para sumarse al homenaje que el club tributa a los 26 fieles que aquel año decidieron dar de alta su militancia sportinguista. Es un día grande para el sportinguismo, para los homenajeados y sus familias y para todos los presentes, que forman un grupo bien avenido. A nivel de club no faltó nadie. El consejo de administración asistió en pleno, respaldado por sus cargos ejecutivos y el entrenador del primer equipo; estuvieron representadas las dos principales asociaciones de peñas, la Federación y Unipes, a cuyos presidentes se vio charlando animadamente y los veteranos del club. Esta vez sí asistió también Fernando Fueyo, capellán rojiblanco y, por supuesto, Quini. A nivel institucional no faltaron el director general de Deportes, José Ramón Tuero, ni el concejal del ramo en el Ayuntamiento de Gijón, Jesús Martínez Salvador.

Brillaron con luz propia las dos únicas mujeres que se colaron en una fiesta eminentemente masculina, porque en aquellos tiempos aún no tenía tanto arraigo la sección femenina. Victoria Ferreira Quirós y Consuelo Rodríguez Noriega Balaustegui recogieron emocionadas los atributos de su nueva condición de socias de honor del equipo de su vida. Su ubicación en la mesa presidencia, delata el singular carácter de Antonio Veiga, expresidente del club, quien se fundió en un emocionado abrazo con su sucesor, Javier Fernández, al recoger su insignia.

El ambiente fue tan distendido, que el máximo accionista se permitió bromear con que se cometió un error con la fecha y que esta celebración debió aplazarse a la semana siguiente cuando "el Sporting haya salido de los puestos de descenso". Javier Fernández sacó pecho con la situación económica de la entidad y se mostró rotundo al asegurar que la única preocupación del club a día de hoy es el crecimiento deportivo.