Ha sido uno de los primeros en tomar contacto con el vestuario del Deportivo de La Coruña tras la destitución de Gaizka Garitano. El exrojiblanco Javier Manjarín (Gijón, 31-12-1969) forma parte del cuerpo técnico del Dépor B, junto al que se hizo cargo esta misma semana del primer equipo, a la espera de la llegada de Pepe Mel, el nuevo entrenador deportivista. Espera que los dos clubes que han marcado su trayectoria como futbolista logren salvar la categoría, aunque avisa del calado del duelo de pasado mañana en El Molinón. Excompañero de Abelardo y Luis Enrique en el Sporting, con los que fue campeón olímpico en Barcelona 92, tiene palabras de elogio para las destacadas trayectorias de ambos en los banquillos.

-El fútbol le sitúa ahora en los banquillos

-Tenía ganas de vivir algo así. Había tenido alguna experiencia esporádica como entrenador, pero no integrado dentro de un cuerpo técnico como este año en el Dépor B. Me estoy encontrando a gusto, hay un buen grupo y las cosas están saliendo bien (son líderes en el grupo I de Tercera División). El objetivo es seguir creciendo, y si existe la suerte de entrenar al primer equipo, en algún momento, fenomenal.

-¿Cómo fue su toma de contacto con el primero equipo esta misma semana?

-Fue un único día, el de después del cese de Garitano. Fue complicado, porque el equipo estaba anímicamente tocado tras una derrota dura en Leganés. Tratas de ayudarles y hacerles pensar en que toca trabajar para conseguir victorias cuanto antes.

-¿Cómo está el ambiente en torno al equipo?

-Hay que ver cómo respira la afición tras el cambio de entrenador. Una parte de la gente estaba demandando ese cambio en el banquillo desde hacía tiempo, pero culpar al entrenador de todo lo que pasa al equipo no es justo. El entrenador es el máximo responsable, pero los que saltan al campo son los jugadores. En una mala racha, hay cosas que se hacen bien y mal, tanto por una parte como por otra. La gente pide resultados y se termina cesando a la cabeza visible.

-Imagino que usted el domingo va del lado gallego.

-Es complicado. Se juntan ahí una cantidad de sentimientos.... No es fácil, pero ahora estoy dentro de la estructura del Dépor, es el club que me paga, y mi interés es que gane el Dépor.

-¿Qué partido espera?

-Los dos equipos están con mucha necesidad de ganar. Habrá mucho nerviosismo y tensión. El que mejor se maneje en esa situación, se llevará el triunfo. Al que pierda, las cosas se le complicarán de manera muy grave para la permanencia.

-¿Cómo ve al Sporting con Rubi?

-La victoria en el campo del Leganés fue muy importante. A parte de lo que significó a nivel clasificatorio, el golpe de confianza fue muy bueno. Pelearán hasta el final, pero no lo van a tener fácil. Ojalá que tanto el Dépor como el Sporting sean capaces de salvarse.

-¿Cómo vivió la marcha de Abelardo?

-Me hubiera gustado que acabara la temporada. Estaba haciendo las cosas bien para el grupo de gente que tenía, pero los resultados te acaban marcando un poco. Es una pena, porque es una persona a la que quiero. Duele que su etapa en el Sporting no haya finalizado con un buen sabor de boca.

-¿Y el adiós de Luis Enrique al Barcelona?

-Es una decisión que imagino habrá meditado mucho, con su familia y también con la gente que le rodea a nivel profesional, porque me consta que es un tipo que analiza todo al detalle. Seguro que su decisión es la mejor. Es muy duro ser entrenador del Barça y conseguir todo lo que él ha conseguido.