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La vida sigue igual

Si no llega a ser por el regalazo que nos facilitó Herrerín y el resbalón de Bustinza estaríamos descartados definitivamente

La vida sigue igual

Dejémonos ya de medias tintas y pretextos sin fundamento alguno. Este Sporting sigue igual. Ya lo dijimos en su momento: el nuevo entrenador poco podría mejorar a lo realizado por Abelardo, salvo que le llegaran fichajes no dados al Pitu. Pero los que llegaron, solo han servido para testificar que al director deportivo le queda demasiado ancho el cargo. No ha demostrado la suficiente capacidad para ocupar la dirección deportiva, y por ello debería de seguir el mismo camino que se le ha enseñado al anterior entrenador. Claro, siempre y cuando el director general presidente, con soldada de alto ejecutivo, o el miniconsejo de amigos íntimos, quieran seguir pasando a la historia, como los últimos enterradores de una marca Real Sporting, orgullo y dignidad, en su centenaria historia.

No queremos mostrar intranquilidad a los sportinguistas, pero los 25.000 espectadores del domingo contra el Deportivo, expresaban síntomas mucho más alarmistas que los que se apunta en este artículo. Con tiempo más que suficiente para analizar el trabajo del nuevo entrenador, observamos que las únicas variantes aplicadas, y que se han notado, fueron de orden extra deportivas (cambio situación del banquillo local, desde siempre, el del ataque de las segunda partes del equipo, fondo norte; eliminación de la costumbre prepartido del páter; blindaje del vestuario a elementos al margen de sus cuatro ayudantes). Se le ha consentido todo. Se le ha dado, según sus opiniones técnicas, "plantilla de gran calidad" y algún nuevo fichaje denominado "futbolista top" (¡madre mía!). Disparidad de criterio con los futbolistas: de titular, se pasa a la grada, de un partido a otro. Detalle más que significativo, de la falta de convencimiento en su propia forma de ver a los mismos. Creemos, que poco a poco ve la auténtica realidad, de lo que le ha facilitado el director deportivo, totalmente contrario a como se lo había explicado.

Seamos pragmáticos, los números están ahí. Si no llega a ser por el regalazo que nos facilitó Herrerín, así como el oportuno resbalón del lateral Bustinza, estaríamos ya descartados definitivamente. Queda tiempo, si, sobre todo para seguir escuchando, los llamados partidos "definitivos y finales". Este club merece algo mejor, pese a la serie de personas que hay que soportar, desde la dichosa creación de las nefastas sociedades anónimas deportivas, y la entrada de comparsas que hacen de ello su juguete de entretenimiento.

P.D.- Por favor, señores dirigentes, no sigan paseando el nombre del Real Sporting por los juzgados, y cumplan con sus obligaciones pagadoras, con los exempleados del club. Den una pequeña muestra, de que algo de señorío les queda dentro.

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