"Me gustaría trabajar, en unos años, en un colegio, e inculcar no sólo conocimientos. Lo importante es enseñar bajo una serie de valores. En el futuro, lo valioso es ser buena persona". Sergio Álvarez se convierte en profesor todas las tardes. Lo hace en el colegio Paula Frassinetti Doroteas, en Avilés, centro donde debe cumplir con las horas lectivas exigidas para completar las prácticas de la carrera de Magisterio. "Ser buena persona implica principios como el respeto o la confianza en la gente de tu alrededor, y en ti mismo. Cuando eres honrado y trabajador, las cosas salen bien y la gente te trata mejor", explica como la mejor lección a transmitir a los niños de quinto y sexto de Primaria con los que comparte aula. "Estoy aprendiendo muchas cosas de esta profesión", asegura.

"Nunca he dejado de estudiar. Cuando terminé el bachiller, estaba jugando en el Sporting B, la carrera de Magisterio me parecía interesante y además se adaptaba a mi situación", recuerda de la etapa en la que ya le tocaba alternar los entrenamientos con su deber como alumno en el colegio avilesino Buen Consejo. El siguiente paso fue el de su matriculación en la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), centro de educación a distancia. "Te ofrecen la opción de estructurar tus horarios. Las clases, por ejemplo, las puedes ver en diferido, vía internet", apunta sobre el método que le ha permitido aprovechar cada viaje o concentración con el Sporting. "No significa un esfuerzo estudiar esta carrera. Me ayuda a evadirme. Disfruto. Me gusta mantener la cabeza ocupada", asegura.

El rojiblanco no tiene decidido todavía qué especialidad hará, aunque admite que "creo que tiraré por la rama de Educación Física. Me encanta el deporte y lo que le rodea". En el Paula Frassinetti, en todo caso, imparte asignaturas tan dispares como Matemáticas o Ciencias Sociales. Entre sus inquietudes también se encuentran la fragilidad del sistema educativo español, aspecto que le preocupa. "Lo que tienen que hacer, a nivel político, es instalar un modelo y dejarlo varios años tranquilo, que se desarrolle, no hacer tantas reformas. En este país hay gente competente y con buenas ideas, solo se necesita paciencia y tiempo", explica. "Al principio tuve que calmar a los críos", reconoce uno de los tutores de Sergio en el centro en el que hace las prácticas, ante la expectación que generó entre el alumnado saber que un jugador de Primera División sería su profesor. "Sorprende encontrar en él a una persona tan normal, sin esos egos que parece hay en el fútbol", añaden desde el colegio.

Y es que Sergio se ve como cualquier chaval de su edad, 25 años. "Aparte del fútbol y los estudios, me gusta mucho jugar a la Play (videoconsola)", confiesa, casi con rubor. Amante del cine, la música es otra de sus pasiones. En particular, el rapero Kase-o. "Llevo tatuada una estrofa de una canción suya, titulada 'Libertad', que dice: 'dirige tu propia película, resérvate el mejor papel'. Es un poco lo que quiero y busco: vivir mi vida, ser feliz con lo que hago y estar cerca de la gente a la que quiero. Tengo la suerte de vivir en Avilés, cerca de familia y amigos. Puedo salir a tomar algo, ver a mis abuelas, a mis primos pequeños... Todo eso no se paga con dinero", concluye Sergio, futbolista del Sporting y maestro del Frassinetti.