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Futbolista del Sporting

Burgui: "Nos salvaremos; Málaga, Dépor y Leganés van a tener miedo"

"Soy feliz en el Sporting, a Nico Rodríguez le pregunto si me va a fichar, pero no me ha hablado de ello; tengo otro año con el Madrid y no depende de mí"

Hay futbolistas que, aprovechando el parón liguero de esta semana, han reservado viajes a lugares exóticos, lujosos, alejados de lo cotidiano. Jorge Franco Alviz, Burgui, cuenta las horas para llegar a su pueblo, Burguillos del Cerro, en Badajoz -del que le viene el apodo-, y así poder abrazar a su abuela, Jacinta. "Está un poco pachuchilla", explica en su encuentro en Mareo con LA NUEVA ESPAÑA. El detalle define a una persona de gustos sencillos y un sentido del humor inagotable. "Me río casi con casi cualquier cosa", confiesa. Filosofía que le ha ayudado a cambiar, en apenas tres meses, los silbidos de El Molinón por atronadoras ovaciones que le han convertido en el jugador de moda del Sporting y una de las esperanzas a las que se aferra la afición para alcanzar la permanencia.

- ¿Se ve más cerca el objetivo?

-Nos vamos a salvar, estoy seguro. Para conseguirlo, hay que mantener la confianza. Se vio el domingo. El equipo reaccionó muy bien después del gol del Granada. Ante las adversidades, nos estamos creciendo. La gente disfrutó con tres goles en siete minutos y nosotros merecíamos una victoria así.

- Dicen los números que si los rivales directos suman los mismos puntos que en la primera vuelta, el Sporting se salva con cinco victorias.

-No sé si dará con cinco triunfos. Quedan diez partidos y veo al equipo crecer. Creemos y confiamos en lo que nos transmite el cuerpo técnico. Eso nos ha hecho dar un paso adelante desde hace bastante tiempo.

- ¿Usted echa cuentas?

-Intento no mirar la clasificación, pero... El Leganés está a cinco puntos, y el Dépor y el Málaga, a seis. Si ahora sumamos otra victoria volveremos a estar ahí. En ese momento, ellos van a empezar a tener miedo.

- Ha conocido en unos meses las dos caras del fútbol.

-He pasado momentos difíciles, me ha hecho madurar.

- Decía el domingo que se alegraba del cambio por sus padres.

-Son los que más han sufrido, sobre todo cuando me quedaba en la grada. Ahora pasa algo parecido, disfrutan más que yo de este momento.

- ¿Se siente importante, en su mejor momento?

-Los entrenadores que tuve en el Madrid y en el Diocesano me dicen que estoy irreconocible, que me ven un paso más allá del rendimiento que esperaban. Yo también lo siento así. Me ha ayudado cambiar rutinas. Me exijo mucho con la dieta, aunque me gust la fabada, el cachopo y la sidra también está buena. Soy estricto con los horarios de descanso y hay una persona que me ayuda en el aspecto mental, Iñaki García, que también trabaja con gente como Lara Álvarez o David Bustamante. Tenía que haberlo hecho mucho antes. El noventa por ciento de todo está en la cabeza, si la cabeza no te funciona, las piernas no te van. Ahora tengo plena confianza en mí mismo, y antes a lo mejor no era así.

- ¿Cómo es Burguillos del Cerro?

-Es un pueblo pequeño, de 4.000 habitantes, de gente humilde y muy cercana. Allí lo tengo todo: mi familia, mi novia, mis amigos? y a mi abuela, Jacinta, que está malita ahora.

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